EEntiendo la presión y la soledad que sufren los entrenadores cuando las circunstancias no son favorables para sus equipos. Muchas veces hay que agarrarse a un ‘clavo ardiendo dialectico’ para seguir sacando la cabeza a flote. Pero así es el deporte y particularmente el fútbol, que representa un punto más en el escalafón mediático.
Días atrás, el técnico deportivista, Fernando Vázquez, hacía unas declaraciones donde materializaba en cierto modo lo señalado anteriormente. Los primeros pasos competitivos de su equipo comenzaban a generar ciertas dudas y por lo tanto, inestabilidad ambiental. Vamos, lo normal en estos casos.
Mi mayor sorpresa fue cuando el máximo responsable del banquillo coruñés, exteriorizaba lo siguiente: “El equipo será lo que la afición quiere que sea”.
¡Hombre Fernando! Entiendo que te pasaste tres pueblos de Castilla. Si alguien en el entorno deportivista está libre de toda culpa, esa es su afición. Como se suele decir, está por encima del bien y del mal. Ya no se en que figura se puede encarnar para apoyar a la entidad. Se me ocurre, como solución de emergencia, ubicar en el centro del campo para las próximas alineaciones a Juan (socio 1.111), José (socio 2.222), Carlos (socio 3.333) y Ángel (socio 4.444).
Fernando, que es inteligente, se ha dado cuenta de su patinazo y ya trató de enfriar el panorama. Buen paso, pero es necesario no volver a caer en el error. La afición necesita que su equipo, de una vez por todas, esté a la altura de la circunstancias y tenga altura de miras. No se debe mantener un discurso de intenciones, hay que materializar el proyecto sobre el terreno de juego.
El entorno sabe que no va a ser un camino de rosas. Nadie va regalar nada. Vemos cómo se están produciendo los resultados en los distintos grupos y los llamados ‘gallitos’ sufren contratiempos que les generan dudas. Técnicos y jugadores deben seguir su recorrido sin mirar atrás, dar lo mejor de sí y seguro que si lo hacen, estará su ‘guardia pretoriana’ arropando, no tengo la menor duda de ello.
Cambio de tercio. Este fin de semana quedó claro que todo esto de las retransmisiones, a través de plataformas por internet, está cogido con pinzas. ¡Qué peligro! Venden un producto al ciudadano que acaba siendo un auténtico fiasco. Ya va siendo hora de que alguien tome cartas en el asunto, empezando por la propia Federación, sobre todo pensando en las siguientes fases. Aquí, siempre nos quedará la TVG.
Una última súplica, no se olviden de leer las distintas pautas, obligatorias, para cada territorio. Puede que no es nada fácil interpretarlas y ejecutarlas, pero es muy de agradecer para hacerle frente a esta terrible pandemia. No queda otra.
Como siempre un placer.