Tres goles de Raúl de Tomás y uno de Bebé permitieron al Rayo Vallecano ganar al Celta de Vigo en un partido frenético que tuvieron que remontar y que le permite mirar la permanencia con más optimismo, todo lo contrario que el equipo gallego, que se acerca peligrosamente a la zona baja.
El partido comenzó con un ritmo muy alto hasta el punto que a los tres minutos, con muchos aficionados aún entrando al estadio, el Rayo abrió el marcador con un gol de falta directa de Raúl de Tomás que se coló por el poste derecho de la portería de Rubén Blanco.
La ventaja en el marcador no le sentó nada bien al Rayo, que inexplicablemente tuvo unos minutos de desconcierto que le valieron dos goles sin que su rival realmente hiciera grandes méritos.
Con el paso de los minutos, el Rayo se fue serenando y, gracias a que el Celta renunció a jugar el balón.
En la segunda parte el partido siguió con el mismo ritmo frenético que terminó la primera mitad y con el Rayo intentando llevar la iniciativa con Jozabed y Fran Beltrán, pitados cada vez que tocaron el balón. Cuando más vulnerable parecía el Rayo una jugada extraña llena de rechaces terminó con el Celta.