Si el Extremadura cuenta con la información de la que dispone su entrenador, Manu Mosquera, sobre el Deportivo, el conjunto gallego también tiene en el vestuario a un jugador que conoce bien al rival, el defensa Íñigo López.

El veterano jugador, que aceptó el rol de cuarto central, se incorporó en el mercado invernal con la carta de libertad tras haberse desvinculado del conjunto de Almendralejo.

Con el equipo extremeño, el defensa tuvo sus últimos minutos el pasado 25 de noviembre ante el Málaga en el Francisco de la Hera (1-0). 

Aunque el Extremadura cambió considerablemente en enero, el central seguro que puede aportar al cuerpo técnico blanquiazul sus conocimientos sobre el rival.

Íñigo López aún no ha debutado esta temporada con el Depor, equipo con el que quiere lograr su cuarto ascenso. Antes, subió de Segunda B a Segunda con el Alcorcón (2009-10) y los dos últimos, de Segunda a Primera, con el Granada CF (2010-11) y con la SD Huesca (2017-18).

Becerra, secretario
En el Deportivo también está otro ex del Extremadura, el secretario técnico  Ángel Becerra, que llegó al club de la mano de Carmelo del Pozo el pasado verano. 

Becerra estuvo al frente de la dirección deportiva del Extremadura UD campaña y media y con anterioridad fue cuatro temporadas secretario técnico del Betis.
 
Mosquera
Hace menos de dos meses, los caminos de Manuel Mosquera y el Deportivo se separaron para que el entonces miembro de la secretaría técnica blanquiazul asumiera el banquillo del Extremadura, en el que había militado como futbolista (al igual que en A Coruña).

De aquella etapa como jugador en Almendralejo, le admiran. El coruñés defendió trece temporadas la camiseta del conjunto extremeño en dos etapas. Jugó en el Francisco de la Hera en las tres categorías principales del fútbol español: llegó en Segunda B en la temporada 1991-92 procedente del Deportivo, con el que había jugado en Segunda División, ascendió en 1994 a la categoría de plata, se fue al Compostela para jugar en Primera, y subió a esa categoría en 1998 en su segunda etapa con el Extremadura.

Allí siguió hasta 2005, tras una temporada en Primera, tres en Segunda y otras tres en Segunda B y celebró más de cien goles.

Mosquera, que dio el salto a los banquillos, llegó a entrenar al filial del Deportivo, y después de haber pasado por la secretaría técnica, el club gallego le facilitó la salida “para su crecimiento profesional” en el Extremadura.

De vuelta a su otra casa, ha conseguido ganar la mitad de los partidos (sin contar el del Reus), entre ellos, los dos más recientes, ante el Almería (1-0) y el Málaga (1-2), aunque eso no le ha servido para sacar, por ahora, al equipo de las posiciones de descenso (mantiene un pulso con el Lugo).

Mosquera se sentará el domingo en el banquillo de Riazor porque con los entrenadores, por ahora, no hay esa ‘cláusula del miedo’ que los clubes suelen aplicar a los jugadores que ceden a otros equipos.
El técnico del Extremadura se ha desligado del Deportivo, pero conoce bien la estructura blanquiazul, a sus futbolistas, los puntos fuertes y los débiles y ese será uno de los hándicaps a los que se enfrente el Deportivo el próximo fin de semana.

El conjunto herculino necesita ganar después de ocho partidos (sin contar el suspendido con el Reus) sin lograr la victoria y tendrá que superar a Manu Mosquera, el Extremadura y la ansiedad propia para conseguirlo.