El Fabril no hizo más que el Compostela para quedarse los tres puntos y el Compos, teniendo en cuenta el cómputo global del partido, tampoco mereció ganar al filial de Deportivo. Lo único que sobró en Abegondo fue la actitud chulesca, desafiante y provocadora de Rubén Extremadura Hernández, un árbitro de Vigo con un afán de protagonismo fuera de lo normal.

Los que dicen que el fútbol es de los futbolistas se equivocan si este tipo es el árbitro del partido. Puede que no le gustase el gol de Bicho y por eso se lo cargó. Lo peor de este individuo no es que tenga el vicio de expulsar jugadores, lo peor es la crispación que crea en el terreno de juego, en los banquillos y en la grada. Los árbitros, como los futbolistas, son humanos y tienen derecho a equivocarse pero lo de esta persona es inadmisible y en cada partido que le da por liarla se gana un par de párrafos en la crónica pertinente.

El Fabril salió mejor plantado que el Compostela. Tal y como sucedió en el encuentro de la primera vuelta disputado en San Lázaro, Luisito apostó por un 1-4-4-2 con un rombo en el centro del campo. Kanouté, que no disputaba un partido desde el que jugó en Copa del Rey con el primer equipo ante el Unionistas (12 de enero) entró directamente al once inicial como pivote defensivo. A su derecha, como interior, actuó un Villares menos influyente que en otras citas; a su izquierda formó un Gandoy siempre participativo y en la mediapunta formó el rapidísimo Javi Sánchez.

Uno de los primeros detalles llamativos del partido fue un mal blocaje de Pato a un tiro desde fuera del área cuando no se habían cumplido ni cinco minutos de juego. La historia se repitió instantes después, pero en esa ocasión después de un remate del Fabril con bote previo. La inseguridad del guardameta compostelanista tuvo consecuencias en su tercer error. Centro lateral del equipo local desde el costado derecho, el balón cruzó el área pequeña, mala salida de Pato acompañada de un resbalón y remate (1-0) de cabeza a placer de Mario Losada.

Sin parejas de futbolistas en las bandas al jugar con rombo, el Fabril podría haber sufrido en los carriles exteriores, sobre todo en el emparejamiento de Miki, uno de los extremos más rápidos de la liga, con Martí Vilá, lateral zurdo del Fabril; o en situaciones de dos contra uno de lateral y extremo del Compos contra lateral del filial del Deportivo. En cambio, tanto Miki como Hugo Sanmartín, el extremo izquierdo titular del cuadro santiagués, realizaban más conducciones de fuera hacia dentro que permanecer abiertos. Y el Fabril no sufrió en exceso con el juego combinativo de su rival.

El rendimiento del Compos mejoró considerablemente en la segunda mitad gracias a un mejor posicionamiento sobre el campo 1 de la Ciudad Deportiva de Abegondo. La presión tras pérdida del equipo que entrena Yago Iglesias provocó que los ataques del Fabril durasen cada vez menos y, en las transiciones defensa-ataque, el Compostela encontró espacios para atacar con verticalidad. No tardó en llegar el 1-1. Si en el 1-0 falló Pato, en el empate cometió un error el juvenil Alberto, que despejó al borde del área un centro blando colocado desde la derecha del ataque visitante. Bicho cazó la pelota y soltó un zurdazo que entró centrado pero con muchísima violencia en el minuto 57.

El partido estaba emocionante, tal vez donde quería el Compos pero con posibilidades de hacer daño por parte del Fabril, sobre todo con las acciones de Mario Losada y con el balón parado ejecutado con precisión por Javi Sánchez.

El Compos se quedó con diez en el 73 –no vale la pena mencionarle más– y Parga firmó el 2-1 en el 85 tras un córner. Reaccionó rapidísimo en el Compos en una contra. Primo anotó un merecido 2-2.