El Deportivo retomó ayer los entrenamientos tras el día de descanso que concedió Luis César a sus jugadores después de la derrota con el Málaga en el Estadio Abanca-Riazor.
Los blanquiazules se aferran al trabajo para intentar superar el bache profundo en que se encuentran inmersos, con once jornadas consecutivas sin ganar y en la última posición de la clasificación de Segunda División con solo ocho puntos.
Como la semana anterior, lo primero que hizo el cuerpo técnico fue reunir a los jugadores en la sala de vídeo de la Ciudad Deportiva para proceder a repasar en imágenes los fallos que tuvieron el domingo.
“Estamos viendo todo lo que estamos haciendo mal para aprender. No se trata de señalar a nadie. A los jugadores, por mucho que nos digan, lo que necesitamos es visualizar el error y trabajar sobre él. Cada uno tiene que entender que no está dando su nivel. Si estamos ahí es por algo. Se trata de hacer una autocrítica constructiva, que nos valga para aprender. Como equipo, tenemos que ver los errores tácticos y luego, los que cometemos individualmente”, explicó Dani Giménez tras la mañana de trabajo.
Ser conscientes de los fallos es el primer paso para poder enmendarlos y tratar de que no se repitan el próximo sábado en El Sardinero ante el Racing de Santander.
El cuerpo técnico se centrará entre hoy y el viernes en la preparación de esa cita con otro de los equipos que se encuentran en los puestos de descenso a Segunda B. Luis César tendrá que decidir si agita el árbol e incluso cambia el sistema o si da continuidad al esquema y a la formación inicial. Es probable que haya cambios en el once, pero a tenor de las palabras del portero, no apunta a revolución.