Después de que miembros de la organización de Tokio 2020, del Gobierno japonés y del Comité Olímpico internacional hablasen de la imposibilidad del que el brote de coronavirus pudiese afectar a los Juegos Olímpicos del próximo verano, el COI se desdice ahora por boca Dick Pound.
El expresidente de la Agencia Mundial Antidopaje y miembro más antiguo del Coi, reconoció en una entrevista a Associated Press que recoge la edición digital de El Mundo, que, si el Covid-19 convirtiese en peligrosos los Juegos, estos serían cancelados.
“La pregunta que entonces nos tendremos que hacer será: ¿Hay suficiente control del virus para poder confiar en la celebración de los Juegos?”, comentó Pound, quien subrayó que la cancelación debería decidirse con cierto margen porque en la semanas previas a la inauguración “suceden muchas cosas. Se debe organizar la seguridad, la comida, la Villa Olímpica, los hoteles, las instalaciones para los medios de comunicación...”. Pese a todo, el canadiense alentó a los atletas a seguir entrenando: “Hasta donde todos sabemos, habrá Juegos de Tokio. Ahora mismo los indicios señalan que todo sigue como siempre”, puntualizó.
Pound también rechazó la posibilidad de trasladar la gran cita cuatrienal a otra ciudad porque “hay pocos lugares en el mundo que puedan preparar unos Juegos en tan poco tiempo” y negó rotundamente la opción de un aplazamiento: “No podemos posponer un evento del calibre y tamaño de los Juegos Olímpicos. Hay tantos países, tantos calendarios competitivos, tantos intereses televisivos en juego que es imposible decir: ‘Venga, mejor los hacemos en octubre’”.
Además, el veterano directivo, uno de los más y activos en la lucha contra la lacra del dopaje en el deporte, desveló que el Comité Olímpico Internacional cuenta con un fondo de emergencia de 1.000 millones de dólares para circunstancias imprevistas como esta.