El Real Madrid encara ante un Athletic Club con sensación de temporada acabada su último test antes de las semifinales de la Liga de Campeones, con el objetivo de seguir sumando y ganar confianza para la gran cita europea frente al Bayern Múnich.
Después de recuperar la tercera plaza de la clasificación con su triunfo en La Rosaleda, el objetivo que marca Zinedine Zidane para el Real Madrid es acabar segundo. Aunque el foco está en competir en Liga para llegar en las mejores condiciones a la Liga de Campeones, la única citas que de verdad es trascendente para el madridismo hasta el final de liga.
Favorecido para tener un descanso mayor, el Real Madrid jugará ante el Athletic Club su último partido antes de viajar a Múnich y medir fuerzas con el Bayern en el capítulo de ida de las semifinales de la Liga de Campeones. Su rival de la próxima jornada liguera, el Sevilla, es finalista de la Copa del Rey y la visita al Sánchez Pizjuán se aplaza al próximo 9 de mayo.
Disponer de una semana para el clásico europeo permite a Zidane apostar por un once de gala, aunque el técnico francés seguirá midiendo esfuerzos.
Mientras, el Athletic visita al Real Madrid con la sensación de que su temporada en lo competitivo está ya acabada desde que el sábado el Deportivo se llevase los tres puntos de San Mamés y minimizase la ilusión bilbaína de meterse aún en la pelea europea.
José Ángel Ziganda, el gran damnificado del decepcionante curso de su equipo, podrá contar prácticamente con toda su plantilla. En la que solo es duda Xabi Etxeita por el golpe recibido ante el Dépor.
En todo caso, el regreso de Unai Núñez, una de las dos bajas por sanción el sábado junto con Ander Iturraspe, ya aventuraba el regreso de Etxeita a la suplencia.