La selección española encara mañana un desafío insuperable, hasta nueve veces, en las fases finales de los Mundiales y las Eurocopas, el triunfo contra el anfitrión, la victoria que le falta al equipo en su historia en ambos torneos e indispensable para seguir adelante en Rusia 2018.
No lo ha logrado jamás. Ni en una ni en otra competición. Ni en la primera fase ni en los cuartos de final ni en la final. Ni a 90 minutos ni a 120, con la prórroga, ni siquiera en los penaltis, en una asignatura pendiente desde Italia 1934 hasta Portugal 2004, desde la primera ocasión hasta la última que afrontó tal reto.
Cinco derrotas
Un recorrido de nueve encuentros, con cinco derrotas (1-0 con Italia en 1934, 6-1 con Brasil en 1950, 2-0 con Francia en 1984, 2-0 con Alemania en 1988 y 1-0 con Portugal en 2004); cuatro empates (1-1 con Italia en 1934 y 0-0 con ese rival en 1980, con Inglaterra en 1996 y con Corea del Sur en 2002, los dos últimos con eliminación en los penaltis); con solo dos goles a favor y con trece en contra. Es la última barrera para un conjunto que ha sido campeón de todo y que ha disputado 62 partidos en las fases finales del Mundial, ya por la decimoquinta participación en el torneo, en el que se encontró con el anfitrión en cuatro ediciones, todas con el mismo desenlace: la derrota, ya fuera a 90 minutos o en la tanda de penaltis.
No consiguió superar ese muro en Italia 1934 en los cuartos de final contra la selección ‘Azurra’ en el estadio Giovanni Berta de Florencia. Tampoco regateó al anfitrión en el Mundial de Brasil 1950, entonces en una segunda fase que determinaba los puestos del primero al cuarto clasificado del torneo. España fue cuarta. En el camino la superaron los locales en Maracaná con una autoridad irrebatible: 6-1.
También agotó todas sus opciones en el Mundial de Japón y Corea 2002. Entonces, en los cuartos de final, en el estadio Gwangju, entre la polémica por dos goles legales que no concedió el árbitro Gamal El Ghandour. En la tanda de penaltis, España cayó por 3-5 con el fallo de Joaquín Sánchez. Fue eliminado entre la frustración.
La decepción contra el anfitrión de un gran torneo de España no solo es una cuestión de los Mundiales, también se traslada, y ligeramente en mayor medida, a las Eurocopas, en las que se cruzó con el equipo local hasta en cinco ocasiones, sin victoria en ninguna de ellas, la última una derrota por 1-0 frente a Portugal (2004). Quedó apeada por el anfitrión, además, en las Eurocopas de 1980 (Italia), 1984 (Francia), 1988 (Alemania) y 1996 (Inglaterra. Un maleficio que ‘La Roja’ espera romper mañana ante Rusia. l