El estreno del Dakar en Arabia Saudí convenció a los pilotos por sus paisajes, sorprendió por el frío en casi toda la ruta, gustó por la hospitalidad local, conmocionó por la muerte de Paulo Gonçalves y disgustó por la gran velocidad que tuvo la carrera en la segunda mitad.
Arabia Saudí era una tierra desconocida para la gran mayoría de pilotos, que llegaron con muchas reticencias sobre la nueva sede. “A mí me sorprendió para bien. El desierto es maravilloso. Hay paisajes que te da rabia estar corriendo porque te quedarías mirándolos”, contó Nani Roma.
Prácticamente toda la ruta estuvo marcada por un intenso frío que por las noches llegó a mínimas de tres grados e incluso la caravana se salvó de una gran nevada caída en Neom solo dos días después de pasar por allí.
Solo doce mujeres, de un total de 571 participantes, tomaron la salida en un país donde hasta hace año y medio estaba prohibido que las mujeres se pusiesen al volante.
La experiencia resultó bastante positiva para las pilotos de moto Laia Sanz y Sara García. “Creo que la mayoría de las chicas que estamos aquí esperábamos estar más incómodas”, Sanz, quien se va con una sensación positiva del país.
La segunda semana del raid transcurrió por el sur del país, donde el frío continuó por las noches, y estuvo marcada por la muerte del motorista portugués Paulo Gonçalves, de 40 años, que falleció tras sufrir una fuerte caída en un tramo a gran velocidad.
El óbito llenó de consternación a toda la caravana, que en señal de respeto por el piloto luso, uno de los más queridos del Dakar por su buen carácter, se anulase la octava etapa.
Precisamente la zona donde murió Gonçalves era una llanura para ir a todo gas, un escenario que se repitió mucho durante la segunda semana de competición, donde hubo etapas con velocidades promedio de 140 km/h en coches y 120 en motos. El chileno Ignacio Casale, campeón en quads, aboga por poner una limitación de velocidad a las motos, igual que ya la tienen los quads, los camiones y los UTV (buggys ligeros). Para Casale la etapa donde murió Gonçalves “fue innecesariamente rápida. Corrimos todo el día en quinta, a fondo, sin ningún obstáculo ni exigencia. Eso hace muy peligroso el raid”.
Trabajo por delante
El director de la carrera, David Castera, reconoció que tienen que trabajar todavía en ese aspecto para el próximo año si quieren volver a pasar por esa zona del país, cercana al ‘Cuarto Vacío’, un desierto de 650.000 kilómetros cuadrados prácticamente deshabitado.
El Dakar estará al menos cuatro años más en Arabia Saudí, primer país de Oriente Medio en organizar el raid, aunque no se descarta que para las próximas ediciones pueda incluir a algún país vecino.