El Toyota TS050 Hybrid de Fernando Alonso, el suizo Sebastien Buemi y el nipón Kazuki Nakajima mantiene el liderato en el Mundial de Resistencia (WEC) al acabar segundo las Seis Horas de Shanghaái, que Toyota ganó con el otro coche, el del argentino José María ‘Pechito’ López, el inglés Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi.
El coche Nº7 encabezó un nuevo doblete de la escudería nipona al completar 113 vueltas a la pista china, de 5.451 metros, ganando con segundo y medio sobre el coche Nº8. Que mereció la victoria, según reconoció el jefe de equipo del Toyota Gazoo Racing, Rob Leupen, que aseguró que la estrategia perjudicó al coche “más rápido” de Alonso.
Y es que el equipo del ovetense se quedó sin un triunfo que parecía seguro, en un lance que se produjo a falta de dos horas y veinte minutos para el final, cuando, con un coche de seguridad en pista, Toyota llamó a boxes una vuelta antes a Kobayashi que a Alonso, que pasó de liderar con 30 segundos, a salir tercero y con una desventaja de medio minuto.
Tristeza
Las previsiones meteorológicas se cumplieron; y la prueba, que se había iniciado con lluvia y con el coche de seguridad en pista, se paró durante 52 minutos (en los que no deja de correr el tiempo) y, tras reanudarse, de nuevo con el ‘safety car’, se lanzó.
Alonso subió al Toyota a falta de tres horas y cuarto, cuando rodaba de nuevo el coche de seguridad por el accidente de un Porsche de la GT Pro; y a falta de 2h 52 ya había tomado el liderato de la carrera.
El bicampeón de F1 se encontró con otros dos coches de seguridad, uno provocado por un Jackie Chan y otro por un DragonSpeed de la categoría LMP2. Por eso, y tras entrar a boxes a cambiar ruedas y cargar combustible; y encontrarse el semáforo en rojo antes de regresar a pista, pasó de tener una ventaja de 30 segundos a ir a medio minuto de Kobayashi –al que pararon, de forma sorprendente, justo una vuelta antes– a falta de una hora y tres cuartos para la conclusión.
“Entendemos que los pilotos del coche 8 tienen que estar enfadados. Tomamos una decisión que era buena para el equipo, porque al 7 no le quedaba combustible y queríamos seguir teniendo un coche en cabeza por si había otra bandera roja y se acababa la carrera. Lo sentimos. Y les pedimos disculpas”, dijo Leupen. l