Ni siendo superior en el juego, ni generando más llegadas que su rival, ni concediendo solo tres o cuatro ocasiones, ni poniéndose por delante por dos veces, ni teniendo un penalti para conseguir una renta de dos goles... ¿Qué tiene que hacer el Fabril para ganar un partido? Ayer mereció la victoria ante Unionistas de Salamanca pero se tuvo que conformar con un empate. Y gracias. Porque el gol de la igualada final llegó en el tiempo añadido tras una segunda mitad de locura con cinco goles y una pena máxima.

Luisito alineó de nuevo un sistema con tres centrales pero esta vez dio libertad a Montiel y Juanje en la zona de tres cuartos por delante de los mediocentros Sebas y Gandoy y por detrás del punta May.

Como también viene siendo habitual en Abegondo, el Fabril saltó al campo mejor que su rival. Apretó la salida de balón de Unionistas, jugó en campo contrario y rondó el gol en varios ocasiones durante los primeros veinte minutos. Pero no entró. Algo también frecuente durante toda la temporada del filial. Sebas lanzó una falta demasiado alta, May cabeceó un centro de Valín que se encontró Molina sin saber cómo y de nuevo Sebas probó al meta visitante tras un recorte y un chut desde el vértice del área. 

Todo eso en un primer cuarto de hora en el que destacaron Montiel, Sebas y Juanje jugando por dentro y haciendo daño a un Unionistas que solo empezó a despertar a partir de su primer tiro a puerta (min. 22), que detuvo Álex Cobo. Poco después, el meta blanquiazul tuvo que emplearse a fondo debido a un cabezazo de De la Nava en la que fue la mejor ocasión de los salmantinos.

A pesar de la ligera mejoría de Unionistas, que contó con Blas, ex del Fabril, como titular en el lateral derecho, el filial blanquiazul recuperó el dominio de cara al tramo final de la primera mitad. Aunque con menos profundidad.

May estuvo a punto de hacer el 1-0 con un cabezazo que se marchó alto a la salida de un córner, pero en el minuto 42 el filial por fin acertó en una jugada protagonizada por sus carrileros. Valín recibió el balón en la banda derecha presionado por dos rivales, logró escapar con un bonito recorte y tiró una pared con Montiel. El juvenil llegó a línea de fondo, puso un centro tenso que intentó desviar Molina y apareció Abeledo en el segundo palo para marcar a placer con el portero aún tendido en el césped. 

Empate 
Poco le duró la alegría al Fabril. Unionistas tardó seis minutos tras el descanso en empatar el partido con un golazo de De la Nava. El punta visitante recibió al borde del área, se giró y envió el balón con delicadeza a la red previo contacto con el poste. Imparable para Álex Cobo.

Tras casi una hora de clara superioridad local, empate. Un duro golpe para un Fabril que hasta ese momento apenas había concedido en defensa.

Unionistas olió la sangre y estuvo a punto de ponerse por delante en dos acciones. Álex Cobo detuvo la primera con una gran estirada a cabezazo de Garrido y el travesaño se alió con el Fabril en la segunda tras un nuevo testarazo.

A partir de ahí, el encuentro se volvió impredecible. El Fabril se puso por delante gracias a un remate sutil de Víctor García, que llevaba cinco minutos en el campo, tras un centro de un incansable Abeledo y pudo sentenciar poco después pero la pena máxima, cometida sobre One y lanzada por Montiel, la detuvo Molina con un paradón. 

Demasiado castigo 
Una vez más el Fabril pagó su falta de acierto, algo que ya es tradición en Abegondo. En dos acciones sin aparente peligro Unionistas le dio la vuelta al marcador. El 2-2 lo hizo Albsiua con un disparo desde la frontal que desvió un defensa del Fabril y el 2-3 lo convirtió Portilla con un trallazo desde 30 metros que se coló pegado al poste izquierdo.

Al filial, que todavía no sabía cómo iba perdiendo el partido, le tocaba remar contracorriente. Pero los jugadores de Luisito no tiraron la toalla y siguieron buscando la portería rival. Víctor García fue el protagonista en el tramo final. Rozó el empate con un cabezazo que se estrelló en la madera después de un nuevo centro de Abeledo y finalmente sí acertó a subir el 3-3 al marcador en el tiempo añadido. El potente delantero cazó un balón suelto en la frontal y conectó una volea imparable para Molina. 3-3. El mal menor. El consuelo de un Fabril que ya lleva once jornadas sin ganar y que no logra darle una alegría a su público ni cuando es superior.