El Real Madrid se enfrenta hoy al CSKA Moscú, en otro partido clásico en Europa, con el convencimiento de que quizá el equipo ruso haya perdido algo de glamour tras las salidas de jugadores tan importantes como Sergio Rodríguez, Nando de Colo y Cory Higgins, pero que sigue siendo igualmente peligroso.
Quizá la mayor pérdida del CSKA sea Will Clyburn –rotura del ligamento cruzado de una rodilla–, pero uno de los mayores presupuestos de la competición sigue teniendo jugadores importantes y de calidad como para aspirar a todo. El moscovita, además, es de los pocos equipos que tienen un balance muy favorable con el Real Madrid, que en lo que va de siglo es de 7-18, 4-7 en Madrid y 9-2 en Moscú.
Pablo Laso confirmó que Felipe Reyes y Salah Mejri, que ya han empezado a ejercitarse con el equipo, serán baja y también “prácticamente”, según el técnico, Jeff Taylor que el miércoles fue operado de fractura de los huesos propios de la nariz.
El Madrid pierde a su especialista defensivo, algo que vendría muy bien para rebajar las prestaciones de un Mike James en estado de gracia.
El equipo de Laso crece desde la defensa y eso es algo que deberá volver a poner en la pista para intentar doblegar al CSKA. Como ante el Khimki volverá a ser importante la puesta en escena, entrar a tope desde el salto inicial. El WiZink Center hasta ahora ha sido inexpugnable, tanto en Euroliga como en ACB, y eso siempre da un cierto respaldo, aunque en estos partidos al más alto nivel y con mucha historia detrás poco importe.
Con el ambiente en las gradas asegurado, el Madrid quiere seguir con su paso firme hacia los puestos altos de la clasificación, que ya roza con los dedos, pero enfrente tendrá a todo un CSKA quizá con menor glamour que la pasada temporada pero igualmente peligroso.