La selección española cerró su participación en el Mundial junior y aub-23 de Sprint con un botín de siete medallas, al sumar dos en la clausura: la plata en K2 500 sub-23 con Aida Bauzá y Laia Pelachs y el bronce en K1 500 junior de la gallega Carla Frieiro, que se unen a la plata sub-23 del gallego Pablo Graña en C1 200, el oro junior de Cayetano García en C1 200 y los bronces del gallego Gabriel Martínez en K1 200, Pablo Sánchez en K1 1000 y Miguel Serrano y Adrián del Río en K2 1000.
En el campeonato, que se disputó en la ciudad rumana de Pitesti con la participación de 62 países, la delegación española finalizó novena en el medallero, liderado Hungría, con un total de 21 metales.
Frieiro, del club As Torres de Catoira, se mostró muy combativa desde la salida. En los últimos 100 metros estaba casi fuera del podio pero su garra y clase la metieron en él y a punto estuvieron de permitirle proclamarse subcampeona. “Esta medalla me sabe a sacrificio, a muchas horas en el agua. Para mí es como un oro aunque sea bronce”, dijo.
El K4 500 junior, tripulado por Miguel Serrano, el gallego Xoel García, Ignacio Trujillo y Adrián del Río, acabó sexto en una final igualadísima. En sub-23, el gallego Iván Fernández terminó en octavo lugar de la final de K1500, en tanto que sus paisanos Noel Domínguez y David Barreiro acabaron novenos en la de C2 500.
Bauzá y Pelachs se proclamaron subcampeonas después de mostrarse ambiciosas desde las primeras paladas logrado aguantar el podio pese a la presión de las rivales en el último tramo. “La plata la conseguimos en una regata muy dura, con mucho viento en contra. Tuvimos que aguantar la presión porque nos iban apretando los otros barcos, íbamos por delante y teníamos que aguantar, nos ha salido bien”, comentó Bauzá.
