En momentos de crisis generalizada como la presente —no recordada en los últimos 30 años—, con el Depor como farolillo rojo de Segunda y una sensación de impotencia que envuelve al club después de once jornadas consecutivas sin vencer, la directiva apela a la unidad para salir del bache.
Cuando un nutrido sector del deportivismo presagiaba un nuevo cambio en el Consejo de Administración de la entidad coruñesa, el presidente Paco Zas ha salido al paso de las críticas reafirmándose en el sillón de mando, instando al respaldo total hacia los jugadores de Luis César, que lógicamente deben ser los encargados de poner toda la carne en el asador para abandonar la zona de descenso a la categoría de bronce cuanto antes.
“No pido nada para mí, que la afición dé fuerzas a los futbolistas”, dijo Paco Zas
El dirigente herculino ha realizado un llamamiento para que la fiel masa social blanquiazul —con cerca de 24.000 socios—, no le dé la espalda a su conjunto en unos instantes cruciales para la supervivencia del club.
“Pido que la afición dé fuerza a los futbolistas para jugar con tranquilidad”, destacaba Zas el pasado martes después de anunciar que continuaría al frente del timón presidencial, al tiempo que reconocía las penurias que está intentando sobrellevar el equipo.
“No queda otra que seguir y pelear, estamos en una situación que es anómala; para mí es un contexto muy duro, muchos deportivistas lo pasan mal”, agregó.
Personalidad firme
En un tramo de la temporada exigente, con dos partidos seguidos fuera de casa ante Racing y Fuenlabrada, la formación deportivista aguarda recuperar su carácter para comenzar a sumar de tres en tres y de esta forma escalar posiciones en la clasificación.
Aunque la situación es dura, que sea lo más suave para los jugadores
Con cinco puntos de desventaja respecto a los puestos de salvación y con treinta jornadas de Liga todavía por delante, el Deportivo tiene la obligación moral de dar inicio a una remontada ansiada por sus miles de adeptos.
Los cambios esbozados por un técnico de contrastada experiencia como Luis César, el mensaje de una plantilla que se conjurará para regresar al triunfo y el apoyo incondicional de una hinchada que volverá a movilizarse de modo masivo hasta el estadio de El Sardinero se antojan claves para la resurrección del equipo con el sexto tope salarial del campeonato.
Aunque sin duda no parece una meta a la altura de la magnitud del RC Deportivo, abandonar la zona roja de la clasificación es la primera meta para seguir creciendo.