Mikel Landa, que cruzó la línea de meta en tercera posición, lo que le hizo ascender cuatro puestos para colocarse séptimo en la general, aseguró que subir al podio de París “es posible”, al tiempo que lamentó la caída que sufrió hace una semana, que le hizo perder algo más de dos minutos.
“El día que me caí perdí mucho tiempo, hablar de la victoria es demasiado, pero el podio todavía es posible. También me gustaría ganar una etapa, quedan algunas muy duras”, señaló el ciclista del equipo Movistar.
“Me da mucha pena haberme caído y dejarme dos minutos y pico. Queda un bloque muy duro de montaña, estoy bien y el equipo también. Vamos a pensar en una victoria de etapa y, por qué no, en el podio. Me está dando mucha rabia y espero no echar de menos ese tiempo cedido al final”, añadió el alavés
Landa agradeció a sus compañeros el apoyo que le prestaron después de atacar desde el pelotón, fruto de la táctica del equipo en la que Andrey Amador y Marc Soler se metieron en la escapada del día, y en el ascenso al penúltimo puerto de la jornada le ayudaron a ganar tiempo con respecto al pelotón.
Espero no echar de menos ese tiempo cedido al final, me está dando mucha rabia
También dio las gracias a Nairo Quintana, que estuvo en la fuga y obligó a desgastarse a los equipos de los otros favoritos, al tiempo que lamentó que no pudiera ayudarle más cuando le cazó: “Ha hecho lo que ha podido”, afirmó.
Landa aseguró que, tras haberse quedado sin energía en el tramo final del ascenso al Tourmalet, quería hacer algo en la última etapa pirenaica y alabó la estrategia de su equipo. Pero supo que la victoria de etapa sería difícil cuando el escapado por delante era el británico Simon Yates, “un ciclista de mucha calidad y que ha levantado el pie estos días”.
Sobre los favoritos, destacó a los franceses Julien Alaphilippe, líder de la general, del que dijo que ha salvado los Pirineos “de forma muy digna”, y a Thibaut Pinot, que es “el más fuerte en la montaña”.