El imperativo de la diferencia horaria entre A Coruña y México D.F. —siete horas— obligan a Alan Albarrán a desperezarse mientras atiende la llamada de este diario.
Sin embargo su discurso se impregna de entusiasmo cuando habla acerca del club de sus amores, el RC Deportivo, del que se apasionó siendo apenas un ‘chavo’ de 11 años.
¿Cuándo nació tu devoción por el club herculino?
Corría el año 2002, justo después de que el Deportivo ganase la final de Copa del Rey del ‘Centenariazo’ contra el Real Madrid; antes no lo conocía, a decir verdad. Era un niño de 11 años y le pedí a mis padres como regalo por haber sacado buenas notas escolares la ‘playera’ —camiseta— de un equipo extranjero, ya que tenía varias de Pumas, club que me gusta aquí. Mi madre me trajo la del Deportivo. Fue algo mágico y enseguida sentí un amor a primera vista por ella y por el club. Entonces me puse a investigar más en serio acerca de la historia y los logros del Deportivo.
¿Entonces no tienes ningún vínculo adicional familiar o de amistad con Galicia?
No, en absoluto. Coleccionaba playeras y me hizo mucha ilusión tener los colores de un equipo humilde que le hacía frente a los grandes como Madrid o Barcelona. Era de marca Joma y me encantaba.
Supongo que serías de los pocos aficionados del Deportivo en una megalópolis de nueve millones de habitantes...
Muchos no hay (risas) pero lo cierto es que conozco a otra persona que también le gusta el Deportivo aquí. Me han comentado que hay más ‘fans’ en el Centro Gallego de México D.F. pero nunca he estado allí para comprobarlo.
¿Alguna vez te han parado por la calle para preguntarte de qué equipo era tu elástica?
Sí, sobre todo cuando en el Deportivo militaban Andrés Guardado y Omar Bravo. Este último era un jugador muy mediático en México y cuando actuó en A Coruña el Deportivo se puso de moda. Lo cierto es que fue un seguimiento bastante efímero ya que Bravo no tuvo suerte en el Deportivo y cuando se marchó de allí se acabó casi por completo la fiebre por el club en el país. Con la presencia en la Liga de Campeones el Deportivo, lógicamente, era mucho más popular.
El Depor se hizo muy mediático con Guardado y Bravo; me gusta, es humilde y local
¿Por qué has preferido el club coruñés a otros más poderosos como Madrid o Barcelona?
No me gustan los clubes denominados ‘grandes’, que tienen presupuestos enormes y hacen fichajes pagando cantidades desorbitadas. Aquí en México soy de Pumas, que, si bien tiene una gran afición, no es de los que más desembolsan. El Deportivo encajaba a la perfección con la idiosincrasia de club que me gusta. Es un equipo humilde y muy local.
Ahora, al igual que a todo el deportivismo, te toca vivir tiempos duros...
Sí, son días complicados; antes era diferente, me acuerdo de los títulos conquistados por el club, de la remontada ante el Milán en la Liga de Campeones. Después de eso vinieron años que fueron también muy buenos, con victorias ante Madrid, Barcelona o Celta, pero también nos tocó vivir el descenso a Segunda y ahora mismo la situación de incertidumbre en la que nos hallamos.
¿Cuál ha sido tu futbolista favorito en la historia del club?
Tengo tres jugadores favoritos a los que me tocó ver jugar: Diego Tristán y Juan Carlos Valerón, pero muy encima de ellos está uno de los mejores delanteros que he visto jugar que fue el gran Roy Makaay,
¿Descenderá el Depor?
No lo sé, intento estar informado al máximo pero aquí las noticias tardan en llegar. Me dio la sensación es que parece que quieren que bajemos, desconozco los motivos. Incluso con el VAR recibimos arbitrajes muy malos al final de la Liga. Es cierto que nuestra primera vuelta fue una vergüenza. Esperemos que la resolución final beneficie al Depor.
¿Has hecho muchos amigos deportivistas en Internet?
Hace muy poco que los visito pero sí que tengo muchos contactos de hinchas.
¿Es complicado seguir la Liga española?
Mucho, sobre todo si no tienes los canales privados de pago. Aun así he madrugado muchas veces para ver al Depor contra el Madrid o el Celta.
¿Has estado en Riazor?
No, es uno de mis sueños y espero realizarlo en breve, cuando la pandemia nos lo permita. El viaje es largo y caro, pero el esfuerzo merecerá la pena.