Argentina y España buscarán hoy (14.00 horas, Cuatro) en el Wukesong Sport Center de Pekín el título de campeón mundial en una final que se prevé igualada por el potencial de dos selecciones que, aunque no partían entre las favoritas, se han ganado el derecho a soñar a base de intensidad defensiva y corazón.
Mientras que para los argentinos sería su primer oro en un Mundial, ya que lo más lejos que llegaron fue al subcampeonato en Indianápolis 2002, para los españoles supondría su segundo título tras el logrado en la edición celebrada en Japón cuatro años después.
Las únicas dos selecciones invictas de China 2019 no entraban en la mayoría de las quinielas para llegar con vida al último día, pero han sabido crecer a medida que avanzaba la competición y llegan a la primera final de la historia entre dos equipos que hablan español en un momento óptimo de forma y confianza.
Argentina eliminó a Serbia, una de las principales favoritas, y se deshizo con solvencia de la potente selección francesa en la semifinal del viernes, mientras que España, que también derrotó a los balcánicos en la segunda ronda, superó tras dos prórrogas a Australia en la primera semifinal.
Incombustible
Dos hombres ha destacado especialmente en la albiceleste, el incombustible Luis Scola, quien a sus 39 años atraviesa su segunda juventud y ha sido clave en una plantilla plagada de jóvenes a la que ha aportado su experiencia. En la semifinal ante Francia volvió a exhibirse con 28 puntos y 13 rebotes, por lo que será uno de los hombres a vigilar por los jugadores de Sergio Scariolo.
La otra amenaza argentina también es conocida por la afición española. Facundo Campazzo, base del Real Madrid, es el director de orquesta sobre el que gira gran parte del juego del equipo, por lo que su duelo con Ricky Rubio se prevé como uno de los grandes atractivos de la final.
Por parte española el propio base de los San Antonio Spurs y su compañero Marc Gasol son sus principales baluartes. Ambos han soportado a su selección en los momentos difíciles y han ejercido de líderes de principio a fin.
El pívot de los Toronto Raptors salvó a los suyos en semifinales con 33 puntos que permitieron tumbar tras dos prórrogas la resistencia australiana.
Preguntado en la previa del partido por su próximo rival, el seleccionador español, Sergio Scariolo, recordó que no ha llegado a la final “por casualidad”, sino jugando “un grandísimo baloncesto, con una determinación, un carácter, una fuerza defensiva y una optimización de los recursos ofensivos brutal.
Respeto
Por eso, dijo tenerle “mucho respeto individual y colectivamente” y avisó a sus jugadores de que tendrán que estar preparados para otro partido “a cara de perro y difícil, con momentos duros a superar y con un final probablemente igualadísimo”.
Por su parte, el seleccionador argentino, Sergio Hernández, previó este sábado que España “no va a querer correr” como ellos en la final y optará por jugar “más estacionado”, por lo que sus hombres tendrán que seguir insistiendo “con la agresividad, la velocidad y la dinámica”.