El belga Thibaut Courtois, que tuvo que abandonar la concentración con Bélgica por unas molestias en la cadera, empezó ayer a hacer trabajo de campo en la Ciudad Deportiva de Valdebebas y, si no surge ningún contratiempo, estará a disposición del técnico del Real Madrid, el francés Zinedine Zidane, el sábado en el partido ante el Cádiz.

Tras ejercitarse el martes en el interior de las instalaciones, dio un paso más en su puesta a punto para la reanudación del torneo liguero en el encuentro del Alfredo di Stéfano, en el que el conjunto madridista defenderá el liderato.

Según informa el club el delantero hispano-dominicano Mariano Díaz y el defensa Militao se entrenaron en solitario dentro y también saltaron al césped, en tanto que los otros lesionados, el belga Eden Hazard, Dani Carvajal y Álvaro Odriozola, se quedaron en el gimnasio.

Zidane volvió a dirigir una sesión muy mermado de efectivos por la ausencia de los internacionales que se encuentran con sus selecciones, por lo que contó con numerosos futbolistas del filial, con los que, como es tradicional, trabajó la presión, combinaciones con finalización en poterias pequeñas, remates a puerta y partidos en campos reducidos.

Duelo entre hermanos

Álex Fernández, centrocampista del Cádiz, declaró que el partido ante el Real Madrid será “muy especial” y que tanto él como su hermano, el madridista Nacho, llevan “mucho tiempo” esperándolo.

Fernández manifestó que el partido es “importante” para su familia y que se “va a vivir” con “intensidad”.

El medio del Cádiz consideró que es necesario marcar un gol porque es “muy difícil” que el Madrid no anote por la “calidad” de sus jugadores, aunque los cadistas, según dijo, hablan de “salir a ganar”. l