El destino es caprichoso. Y Óscar García ‘Pinchi’, deportivista de cuna y de corazón, regresa a la que fue su casa durante más de una década el día en el que el Fabril podría consumar su descenso a Tercera.

El delantero coruñés, que vivió en primera persona las dos últimas grandes temporadas del filial blanquiazul, con el ascenso a Segunda B y la de la mejor clasificación histórica en la categoría de bronce, vuelve hoy a Abegondo con la camiseta del Atlético B, segundo clasificado e inmerso en la lucha por el ‘playoff’ de ascenso a Segunda.

La salida de Pinchi es la historia de un desencuentro. La que estaba considerada como joya de la cantera no hace mucho, pasó a un segundo plano ante las exigencias de su agente, que quería para su representado una mejora de contrato y ficha con el primer equipo.

No accedió el club, con la mosca detrás de la oreja después de unas declaraciones del futbolista en una entrevista para este diario. En palabras del coordinador del fútbol base, Albert Gil, se le ofreció “un contrato del primer equipo con ficha del segundo. Tener ficha del Fabril no le perjudica a nadie, porque así puede jugar en el filial cuando no lo haga arriba”. Algo parecido vivió Brais Méndez, que accedió a jugar con el filial del Celta mientras no lo hacía en Primera División, y le ha salido bien.

“Nosotros, ya en su momento, le pasamos una primera oferta a Pinchi, y luego dos más. Tenemos una posición prácticamente definitiva de hasta dónde podemos llegar. Nuestro deseo es que se quede”, había comentado el presidente Tino Fernández en mayo del 2018.

Mes y medio después, el futbolista dejó el club ante un propuesta del Atlético B, que le permitió realizar la pretemporada a las órdenes de Diego Pablo Simeone, pero con ficha y minutos en el filial. Hoy, caprichoso es el destino, podría ser el verdugo del Fabril.