Con Messi en la grada para no arriesgar con su lesión, el Barcelona dominó el partido de Milán y saboreó el triunfo gracias al primer gol oficial con la camiseta azulgrana del brasileño Malcom, en el 83, antes de que apareciera el argentino Mauro Icardi para salvar un punto para el Inter.
Pese a la baja de Messi, el Barça tomó el mando de la posesión desde el comienzo y obligó al Inter a encerrarse en su mitad de campo. Una clave táctica ya vista en el choque del Camp Nou y que los milaneses no consiguieron contrarrestar tampoco en su feudo.
Después de 80 minutos de superioridad azulgrana, Valverde dio paso a Malcom por Dembelé y el joven brasileño, que apenas disputó 79 minutos en los últimos ocho partidos del Barcelona, tardó 120 segundos en adelantar al Barcelona.
Recibió una asistencia de su compatriota Coutinho, controló el balón en el área y definió con la pierna izquierda. Fue una enorme alegría para Malcom, que llevó sus manos a la cara por la emoción.
Sin embargo, la alegría azulgrana solo duró cuatro minutos, porque en el 87 Icardi, llegó primero a un balón suelto en el área y se lo acomodó para superar a Ter Stegen y salvar un valioso punto para el Inter. l