El delantero deportivista Carlos Fernández sigue exprimiendo sus opciones de jugar el domingo ante el Extremadura al realizar 40 minutos de entrenamiento con el grupo, para posteriormente rebajar la intensidad de su actividad y así evitar riesgos de una posible recaída de sus dolencias fibrilares.
En una sesión ya con Pedro Sánchez, Caballo y Cartabia con el grueso del equipo, solo David Simón, aquejado de pubis, se quedó al margen.
El test de ayer consistió básicamente en un suave calentamiento, ejercicios de pase de balón, partidillo once contra once (en el que Martí no ofreció pistas sobre su once de cara al fin de semana) y una pachanga final a espacios reducidos.