Unos 250 kilómetros separan Carballo de O Barco de Valdeorras. Se trata del viaje más largo para el Bergantiños –y para otros muchos equipos de la categoría– y uno de los más temidos. La histórica fiabilidad del Barco en su campo y una afición caliente en la grada de Calabagueiros son dos de los aspectos a tener en cuenta.
Despertó el Bergan tras de un inicio con derrota en Ourense y un empate en casa contra el Arenteiro. Las victorias en el campo del Alondras –otro de los más duros de la liga– y, sobre todo, la semana pasada en el partidazo contra el Compostela, han relanzado al equipo que dirige Miguel Figueira.
Con la única baja del portero Cristopher, el Bergan espera encadenar su tercer triunfo para subirse cuanto antes a los puestos de ‘playoff’ de ascenso a Segunda División B, de nuevo su objetivo.
Tendrá que lidiar el cuadro rojillo con un Barco imprevisible, que la pasada semana estrenó su casillero de victoria con goleada ante el Somozas (3-0) delante de su público después de sumar tres jornadas sin ganar. Bajo la dirección técnica de Manolo Pérez por segunda campaña consecutiva, el equipo ourensano es siempre uno de los candidatos a terminar en la zona alta de la tabla. Beto, Segura y Tato, fuera por decisión técnica.