Una nueva ley fiscal italiana, que ofrece notables beneficios a los trabajadores que llegan a Italia procedentes del extranjero, entre ellos los futbolistas, abre nuevos horizontes a partir del próximo mercado veraniego para la Serie A, cuyos clubes podrán hacerse cargo mucho más fácilmente de sueldos millonarios.
El denominado “Decreto Crecimiento”, que entrará definitivamente en vi
gor antes de julio, prevé que los trabajadores italianos o extranjeros que vienen a ejercer su profesión en Italia y que hayan residido fuera del país en los últimos dos años paguen solo el 30 % de impuestos sobre su sueldo durante los primeros 24 meses. Un porcentaje notablemente inferior al anterior, que para sueldos millonarios llegaba al 48 %, y que baja hasta el 10 % si el trabajador firma con una empresa del sur de Italia. Una medida que pretende ayudar al meridión y que, en ámbito deportivo, puede revelarse un trampolín para los clubes de la Serie A.
La que ya muchos en Italia comparan con la “Ley Beckham” española, así denominada por ser el inglés David Beckham uno de los primeros en beneficiar de ella en su fichaje por el Real Madrid en 2003, es particularmente ventajosa para los clubes futbolísticos italianos porque los trabajadores no necesitan tener ningún tipo de grado.
Este aspecto es fundamental pues abre las puertas de Italia a una categoría de contribuyentes que percibe sueldos millonarios, como son los futbolistas de elite, y que en muchos casos, aunque con algunas notables excepciones, no tienen títulos de estudio universitario.
Los efectos de esta ley ya se notaron en el campeonato italiano, con el Inter de Milán que contrató al técnico Antonio Conte, que regresó a trabajar en Italia tras estar fuera del país en los últimos tres años, dos de ellos entrenando el Chelsea inglés.
El otro coloso milanés, el Milan, se fijó en varios jugadores que no forman parte del proyecto técnico del francés Zinedine Zidane en el Real Madrid, como Dani Ceballos, cuyo sueldo ya sería mucho más fácil de justificar en las delicadas cuentas económicas “rossonere”.