El Basquet Coruña retomó en el polideportivo Son Moix de Mallorca las malas sensaciones del tramo inicial del campeonato, en el que sufrió nueve derrotas en las diez primeras jornadas, y sumó una clara derrota que le deja a un abismo de cuatro triunfos de la zona playoffs y a un suspiro de una por encima del descenso.

La ‘marea naranja’ subió durante apenas quince minutos. El triple inicial con que Ogbueze inauguró el marcador, la siguente canasta, de Stephens (2-5) y el 7-10 establecido con un acierto de Araujo desde el arco supusieron la máxima ventaja del equipo que entrena Gustavo Aranzana. A partir de ahí, parcial de 7-0 para los pupilos de Félix Alonso, que cerraron los diez minutos inuagurales con renta de una canasta (20-17).

Parciales lapidarios
Aunque Bulic respondió a los dos puntos con el base gallego Erik Quintela abrió el segundo periodo, el Palma elaboró otro parcial de 6-0 que le acercó a los dos dígitos de ventaja. Pero lo peor estaba por llegar. Y no tardaría en hacerlo. 

Un triple de Xavier fue la única anotación visitante en el demarraje de los locales, que con otro parcial, este de 7-0, se fueron a los quince puntos de renta (37-22) en un abrir y cerrar de ojos. Un triple de Sabin y una canasta de Araujo evitaron que el Palma se marchara definitivamente, pero entre Biviá y Guerra se encargaron de abrir el mayor hueco de la primera mitad (47-31), al que Xavier restó dos tantos antes del descanso.

El paso por vestuarios no varió un ápice el panorama. El Palma siguió anotando con bastante fluidez, respondiende a cada canasta del Basquet Coruña. Joan Tomàs tomó el relevo de Bivià y Guerra para mantener las distancias (58-45) tras anotar de manera consecutiva cuatro de los ocho puntos con que acabaría el encuentro.

De nuevo fue Sabin quien reanimó al BC con un espectacular ‘alley-oop’, a pase de Bulic, que colocó el déficit al borde de la decena (62-51) al la conclusión de este tercer capítulo. 

Máxima de veinte
Un espejismo. A continuación, el conjunto balear anotó tres canastas seguidas y estableció un nuevo tope en el electrónico (70-53), que dos puntos de Ucles (75-55) a seis minutos del bocinazo final. Los dos triples que convirtió a renglón seguido Sabin ni siquiera incomodaron al Palma, que de la mano de Guerra se garantizó la tercera victoria consecutiva, que le catapulta de la décima a la séptima posición.

El Coruña aprovechó la relajación local para maquillar el marcador final de un encuentro donde estuvo tan acertado en los tiros de dos (20 de 32) como desacertado en uno de sus fuertes, el triple (7 de 26), y perdió por goleada (43-27, con solo cuatro en ataque por catorce del rival) la batalla del rebote.
La próxima semana visita Riazor el colista, Prat. Un más que posible bálsamo.