El Celta, después del empate ante el Espanyol en su último encuentro liguero, buscará recuperar las sensaciones frente al Eibar en Ipurúa, donde la pasada temporada perdió por la mínima en un partido que le costó el puesto al portugués Miguel Cardoso, sustituido horas después por Fran Escribá.
El técnico valenciano obró el milagro de la salvación y con ello se ganó su continuidad en el banquillo de Balaídos. Pero la llegada de Denis Suárez, Santi Mina y, sobre todo, Rafinha ha elevado la exigencia del celtismo, que de momento no está satisfecho con el rumbo de su equipo.
El conjunto olívico necesita puntuar en tierras vascas para no alimentar las dudas sobre el futuro de su entrenador. Un solo triunfo en las seis primeras jornadas es poco bagaje para un equipo construido para luchar por Europa.
La acumulación de talento en ataque –Lobotka, Rafinha, Denis, Santi Mina y Aspas coincidieron en el once en los últimos partidos– no se está traduciendo en pegada en este inicio de curso ya que es el segundo equipo que menos remata y solamente ha hecho cuatro goles. Por si fuera poco, Iago Aspas todavía no se ha estrenado en el torneo.
El internacional español tendrá una nueva oportunidad para acabar con su sequía en Ipurúa. Repetirá en la línea de ataque junto a Santi Mina. Escribá podría apostar de nuevo por el 4-4-2, después de que el rombo utilizado iniciado el choque ante el Espanyol no funcionara. El turco Okay apunta de nuevo al once, después de descansar ante a los pericos. La duda está en quién le acompañara, Pape o Beltrán.