Entonces, el campeón de la Supercopa de Europa comenzó la Liga con un empate (1-1 en Valencia), una victoria sufrida (1-0 al Rayo Vallecano) y una derrota (2-0 en Vigo), por ese orden, por debajo de las expectativas, con futbolistas aún en la búsqueda de su mejor versión y con el liderato a cinco puntos de lejanía.
Aunque a la vuelta del parón un 1-1 con el Eibar, logrado por Borja Garcés en el minuto 94, disparó la desventaja hasta los siete puntos respecto a la cima, ahora todo es distinto para el Atlético, que interrumpe la competición con cinco triunfos y un empate en sus últimos seis partidos oficiales.
Y, además, con un efecto rotundo en la clasificación de la Liga. A ese torneo corresponden tres de sus victorias más recientes (0-2 al Getafe, 3-0 al Huesca y 1-0 al Betis) y una igualada (0-0 en el derbi ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu), cuatro choques sin recibir gol para reengancharse de golpe a la pelea por arriba. Ha ganado diez de los doce puntos, con los que ha reducido su distancia respecto al liderato, ahora del Sevilla, en solo uno, mientras remontaba el terreno perdido con el Barcelona -de siete puntos entonces a la igualdad ahora- y con el Real Madrid -de siete por debajo a uno por encima desde la cuarta a la octava jornada-.
Los otros dos triunfos entre un parón y otro pertenecen a la Liga de Campeones: 1-2 en Mónaco y 3-1 al Brujas en el Wanda Metropolitano; seis de seis en los dos primeros capítulos de esta edición del torneo para disponer de seis puntos de colchón sobre el tercero y cuarto de su grupo.