Primoz Roglic renovará el título de la Vuelta a España al salir airoso del último duelo con Richard Carapaz en el Alto de La Covatilla, donde puso al líder contra las cuerdas, en una jornada en la que David Gaudu logró su segundo triunfo de etapa, tras haber vencido en la que acabó en La Farrapona.
Jornada de dobletes, ambos emocionantes. Gaudu, de 24 años, rentabilizó la escapada del día y ganó en solitario en la cima salmantina, con más de medio minuto sobre sus perseguidores, entre ellos Ion Izagirre, que fue tercero.
Por detrás, la carrera había cobrado un enorme interés por un ataque a cuatro kilómetros de meta de Carapaz que puso en serios apuros a Roglic. El ganador del Giro 2019 tenía que enjugar 45 segundos, pero finalmente solo pudo limar 21. Fue el único de los favoritos que lo intentó con fuerza y fe, y deberá contentarse con la segunda plaza en Madrid.
Todo o nada
Etapa del todo o nada, la última oportunidad de asaltar el jersey rojo, o el podio, o un triunfo de etapa que justificara la presencia en la Vuelta o la renovación de un contrato. Día con tiempo hostil de frío y agua con un escenario salpicado de seis puertos y final en una estación invernal.
Una multitud de 34 corredores se fugó por carreteras nubladas. Mayoría absoluta del UAE, que tiró al frente con cuatro unidades, tres del Movistar, uno del Jumbo, ninguno del Ineos... y el francés Remy Cavagna, por supuesto.
El pelotón permitió la expedición. Dirigido por el Jumbo pasó entre la niebla por el Portillo de Las Batuecas (1ª) a 3:50, rebajando a tres el retraso en San Miguel de Valero (3ª), justo a mitad de etapa. Esa renta se mantuvo en el Alto de Cristóbal (3ª) y en Peñacabalera (3a). En esta última subida apareció el Movistar para asumir el mando del pelotón principal. El ritmo del tren azul puso en apuros a Carapaz, pero el ecuatoriano pudo enlazar pronto.
Los apuros del líder del Ineos vivieron otro episodio en el ascenso a La Garganta (2ª), ya que iba sin ningún compañero. El ritmo del Movistar precedió a un ataque de Marc Soler a 5 kms de la cima. El catalán enlazó con Erviti Y ambos con la cabeza de carrera a 19 kms de meta.
El retraso del grupo de los ‘gallos’ aumentó a medida que se acercaba el ascenso a La Covatilla. El triunfo de etapa, estaba en la escapada.
Último puerto, última oportunidad para el milagro. Izagirre rompió la escapada junto a Mark Donovan y Gino Mäder, pero ninguno pudo aguantar la visita de Gaudu, quien se esfumó a 4.000 metros de la pancarta de llegada para volver a levantar los brazos.
Entre los grandes el primero en atacar fue Hugh John Carthy, con respuesta inmediata de todos sus rivales. Luego lo intentó tímidamente Enric Mas, pero el arreón no hizo ni cosquillas entre la élite.
Hueco peligroso
Ya no quedaba espacio, ni tiempo. Había que quemar la traca. Y lo hizo Carapaz con un ataque continuado que abrió hueco aprovechando las rampas más duras, del 15 %. El golpe lo acusó Roglic, que no se cebó y persiguió a su ritmo.
El reloj le apretaba, llegó a estar a 15 segundos de perder la Vuelta, pero el último esfuerzo y la mano que le tendió el Movistar, con Mas y Soler tirando de él en la persecución en un pequeño tramo evitó la catástrofe del capo del Jumbo, quien cedió en meta 21 segundos respecto al líder del Ineos.
Un susto importante, pero Roglic pasó el trago y en Madrid subirá hoy a lo más alto del podio por segundo año consecutivo. El Tour le fue esquivo el último día, pero con la Vuelta mantiene su idilio.