Fuentes jurídicas han informado a Efe de que un policía de la localidad de Alcobendas (Madrid) testificó ayer en el Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid que el ya extestigo protegido -ahora imputado- era un "habitual" del círculo policial de este municipio por su participación en peleas y riñas entre grupos radicales.
Una de esas riñas ocurrió meses después de la multitudinaria pelea entre ultras del Frente Atlético y del Riazor Blues. Fue entre el 21 y 22 de mayo de 2015 en Alcobendas y en ella se vieron involucrados el ya extestigo y su hermano -pertenecientes ambos al Frente Atlético- con el resultado de un herido grave y la detención del extestigo, mientras que su hermano pasó directamente al juez.
Y es que esta persona ya no ostenta la condición de testigo protegido que tuvo en el procedimiento de Jimmy en Menores, sino que ahora es un imputado más en la causa principal que investiga la muerte del seguidor del Deportivo de La Coruña Francisco Javier Romero, "Jimmy", por haber participado en la pelea del 30 de noviembre de 2014 en las inmediaciones del Vicente Calderón.
El suceso de Alcobendas se produjo unos días antes de que el juez excarcelara a los presuntos autores materiales de la muerte de Jimmy. Días más tarde, este ultra llamó a un agente con el que hablaba en ocasiones para mostrar su arrepentimiento espontáneo y realizar una confesión en la que apuntaba a cuatro personas en la muerte de Jimmy, como así explicó este policía ante el juez.
Según las fuentes, tanto el ya imputado como su hermano están pendientes de la celebración del juicio por la pelea de Alcobendas, cuyo procedimiento ya han solicitado las defensas al juez del caso Jimmy.
Además del suceso de Alcobendas y su participación en la pelea del Calderón, el extestigo acumulaba otros asuntos pendientes con la Justicia en el momento en el que decidió colaborar con la Policía para esclarecer la muerte de Jimmy.
El agente relató ayer que conocía al ultra por ser un joven del Frente, por su cercanía con grupos de extrema derecha y por su participación en peleas entre bandas, como ya ocurrió en noviembre de 2014 en el Calderón y meses después en Alcobendas.
También declararon ayer como testigos los dos subinspectores de la Policía Nacional que fueron a buscar al ultra a su trabajo para verificar lo adelantado por éste al agente de Alcobendas, según otras fuentes presentes en la declaración.
Decidieron seguir el protocolo habitual y tras recibir la información del aquél agente se personaron en su lugar de trabajo para no levantar sospechas. Entonces dieron veracidad a su relato y por eso se le otorgó la condición de testigo protegido, por lo que desde entonces estos dos policías se ocuparon de estar cerca de él.
Y según otras fuentes, los policías manifestaron ayer que en la declaración del joven ultra ante el juez del pasado 15 de enero también fueron a recogerle para llevarle al juzgado, pese a no ser ya testigo, sino imputado.