En ocasiones, se entrena como se juega y se pierde. En otras, nada tiene que ver el rendimiento del equipo durante la semana con el del domingo. Y en otras se entrena muy bien y se traslada al partido. Los malos resultados en las ocho primeras jornadas de liga no hicieron que los futbolistas del Bergantiños bajasen los brazos. Se lo curraron de lunes a viernes y ayer hicieron un primer tiempo casi perfecto.
El Polvorín sufrió en primera persona el poderío físico, la intensidad y la concentración de un equipo mentalizado. El Bergantiños presionó y asfixió –en varias ocasiones con faltas– las intenciones ofensivas del filial del Lugo, que pudo tomar ventaja en el primer minuto, cuando Santi Canedo desvió el remate de Rayco en el mano a mano.
A partir de ahí, el equipo carballés no cometió errores defensivos. Miguel Figueira optó por un 1-5-3-2 con Duque y Aarón en los carriles y Iago López (derecha), Antonio (centro) y Marcos (izquierda) como centrales. En el doble pivote estuvieron Toni y Granada y en la parte más avanzada formaron un triángulo Diego (mediapunta), Rivera y Cano (delantero).
El filial del Lugo, con un 1-4-4-4-1, talento por dentro (Manu Núñez y Álex Rey) y velocidad por fuera (Rayco en la derecha y Chiqui en la izquierda, no encontró en Escobar el futbolista que culminase las acciones en punta de ataque.
Duque hizo el 1-0 en el 27 tras una gran jugada de Cano. Rivera marcó el primero de esta temporada en el 33 tras un último pase de Diego y Cano firmó el 3-0 en el 45 con suspense –el asistente principal y el árbitro no dieron gol en primera instancia– y sí lo hizo el más alejado a la jugada.
En el segundo acto, el Lugo B dio un paso hacia delante –hizo el 3-1 muy pronto (min.51)–, el Bergan hacia atrás y hubo fallos en ambos áreas: Santi Canedo evitó el 2-2 y Bilal y Remeseiro perdonaron el 4-1 en dos mano a mano después de que Marcos fuese expulsado con doble amarilla en el minuto 65.
Miguel Figueira: "La primera parte ha sido de las mejores desde que soy entrenador del Bergantiños"