Bucarest se convirtió ayer en el corazón futbolístico de Europa, con motivo del sorteo de la fase final de la Eurocopa de 2020 que congregó en la capital rumana a la flor y nata del deporte rey del continente. El maestro de ceremonias fue el vicesecretario general de la UEFA, Giorgio Marchetti. Antes de que comenzaran a extraerse las bolas, el italiano dio suerte a todos los participantes y recordó que el torneo celebra el año que viene “el 60 aniversario de la competición”.
La leyenda del Roma Francesco Totti sacó la bola con el nombre de España, mientras que el exfutbolista del Olympique de Marsella, el Milan y el Chelsea Marcel Desailly extrajó la que adjudicó a La Roja el grupo E.
Las selecciones de Polonia, Suecia y el ganador de la repesca del grupo B –Bosnia Herzegovina, Irlanda del Norte, República Irlanda, Eslovaquia–, serán las rivales de España en el grupo E de la fase final de la Eurocopa 2020, que se disputará del doce de junio al doce de julio del próximo año.
El combinado de Luis Enrique, que jugará sus tres partidos en San Mamés, iniciará la competición ante Suecia el lunes quince de junio, para jugar el sábado veinte ante Polonia; y terminar contra el ganador de la ruta B de la repesca el miércoles veinticuatro.
Entrenadores cagones
El seleccionador español declaró tras conocer el resultado del sorteo de la Eurocopa 2020 que “aparentemente está bien, pero los entrenadores somos cagones y siempre pensamos que no hay que fiarse y que los partidos hay que ganarlos”.
Al analizar el haber evitado en la fase de grupos a selecciones como Alemania, Francia y Portugal, que coincidirán en el mismo (el grupo F), comentó que “al principio respiras, pero si hubiéramos pasado como primeros o segundos en un grupo como el de ellos, sabes que no te enfrentarás a esos equipos hasta una hipotética final”.
Sobre el favoritismo de España en el torneo, explicó que “no es que seamos los favoritos, sino que estamos en el grupo de favoritos. Si hay seis u ocho favoritos, uno de ellos es España. Si después de lo que ha ganado la selección, a pesar de que en los dos últimos torneos hemos estado muy lejos... Teneos que transmitir esa confianza”.
Por último, al recordarle su reciente desencuentro con el anterior seleccionador, Robert Moreno, el entrenador asturiano señaló que “no estoy aquí para jugar un partido de tenis o de padel. Se me da bien el padel, pero no suelo jugar”, concluyó.