Concienciado en preparar a su escuadra de la mejor manera para comenzar a competir en diez días, Onésimo Sánchez afronta un curso exigente en el banquillo del Celta B en Segunda B.
Al tiempo que expresa su máximo respeto hacia un conjunto como el RC Deportivo de La Coruña, al que considera un “gallito” de la categoría, el preparador celeste afirma estar centrado única y exclusivamente en su escuadra.
¿Cuáles son los objetivos que te marcas para la temporada que está a punto de comenzar?
Tenemos claro que somos un grupo joven, con una plantilla que ha sufrido muchos cambios de futbolistas. Estamos siempre preparados para lo que necesite nuestro primer equipo y, obviamente, queremos competir siempre e intentar ganar el siguiente partido. A partir de ahí ya veremos en dónde nos va poniendo la propia competición.
Cuando hablamos de filiales siempre surge el debate entre formación o competición...
Para mí no existe este debate. No voy a intentar conjugar ambas cosas. Para mí lo más importante es competir en cualquier circunstancia. Podemos ser un equipo más joven, pero siempre quiero competir al más alto nivel. Después valoraremos otros componentes pero a estas alturas de curso todo está centrado en la competición. Poco a poco nuestros jugadores deben tener contacto con el fútbol profesional, es lo que queremos por encima de todo.
¿Eres partidario de una liga de filiales, como se hace en países como Italia, o crees que contra escuadras más formadas las promesas se curten mejor?
Bueno, la verdad es que los dos modelos pueden ser válidos, no hay ninguno que te garantice nada. Hay veces en chavales jóvenes que el rendimiento depende del equipo, de la hornada que se produzca, de otros condicionantes... Los dos modelos son válidos pero si pudiera elegir tal vez instauraría la liga de filiales desde los 15 o 16 años, mucho antes que ahora. Recuerdo en mi época que había una superliga de Juveniles, que nos sirvió para aprender mucho y madurar como futbolistas.
Tú que has entrenado numerosos años en Segunda B, ¿podrías explicarle al deportivismo cómo es esta categoría?
Es una categoría cada vez más competitiva, donde siempre hay equipos digamos ‘top’, que disponen de más posibilidades que el resto pero en la que también hay equipos que hacen muy buenas plantillas por tener juventud o por fichar a jugadores que no tienen cabida en Primera o en Segunda. Es competitiva y difícil para conseguir los objetivos marcados antes de arrancar.
¿Asusta que solo suban cuatro equipos de 102 participantes?
Por ejemplo, sí, porque supone que tienes que estar muy bien y, sobre todo, que tienes que estar muy bien en los momentos puntuales. Cuando se juega y decide todo no puedes fallar.
A nivel personal, ¿supone una satisfacción personal que chavales como Gabri Veiga o Miguel Rodríguez ya se hayan asomado al primer equipo celeste?
Más que para mí lo es para todo el club, para todas las personas que trabajan en categorías inferiores. Yo solo soy un entrenador más del club. Pertenezco a un club de élite y eso a mí personalmente me llena pero sobre todo es un orgullo para los chicos que están siempre con la cantera. Ver que chavales de la casa debutan en Primera División y que además lo hacen con buena nota siempre es una satisfacción.
El Celta presenta a numerosos futbolistas surgidos de su cantera, como Rubén Blanco, Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Kevin, Brais, Aspas... ¿donde radica el secreto para esta superproducción?
Todo va ligado al trabajo de base y con la categoría y la calidad del propio futbolista. A partir de ahí si eres capaz de hacer un buen cóctel y que todo fluya, haciendo a los jugadores que se sientan importantes, todo irá mejor. A eso se le debe añadir también una pizca de sentimiento en los chicos por actuar en el club de su vida. Si eres capaz de que todo eso converja en tu equipo pues la verdad es que vas ganando muchas posibilidades de éxito en tu idiosincrasia.
¿Y por qué crees que en el Deportivo no han salido tantos canteranos en los últimos tiempos?
Ahí no puedo entrar a valorar porque son temas internos y no dispongo de los datos necesarios; lo que está claro es que cuando trabajas con la cantera tienes que tener en cuenta que va a haber buenos años, hornadas notables, y otros que no lo son tanto. Cuesta.
Centrándonos en el RC Deportivo cuesta creer todavía que va a afrontar una temporada en la Segunda B...
Bueno, obviamente por historia, por potencial y por todo es algo que choca pero es algo que el club tiene que afrontar y me imagino que el Depor lo hará de la mejor manera posible para intentar regresar cuanto antes a Segunda y que esto dure lo menos posible.
A título individual, ¿te sorprendió el final de la pasada campaña, con todo lo que acontenció en torno al Depor-Fuenlabrada?
Este año ha sido todo tan raro que no me extraña nada, qué te voy a contar... Desde marzo ha sido todo tan raro, tan diferente y lo único que vale ahora es pensar en lo siguiente, en lo que está por llegar, porque mirar para atrás ya no tiene sentido, no sirve para nada.
¿Qué valoración haces de los fichajes efectuados por el Deportivo en pretemporada?
Bueno, son equipos de mucho potencial que arrancan con jugadores de otra categoría y que además ha fichado a gente importante, que aúna categoría y sentimiento. Todos sabemos que va a ser un ‘gallito’ en la categoría. Por todo. Por todo lo que significa el club, es favorito pero hay que tener en cuenta que no va a ser fácil para nadie y que lo más importante va a ser el día a día, el partido a partido, para todos los equipos.
En este sentido, ¿crees que los jugadores herculinos deberán soportar una presión extra en Segunda B?
Bueno, tienen más argumentos pero también más obligaciones que quizá otros clubes.
Centrados en el encuentro de Liga entre el Celta B y el Deportivo, ¿prefieres como escenario el campo de Barreiro o Balaídos?
Me pides un esfuerzo mental muy grande; de momento no he pensado en eso porque para mí queda muy lejano. Soy mucho de afrontar las cosas cuando suceden o cuando están próximas. Ahora mismo queda tanto tiempo que no sabría qué decir. Lo siguiente es lo que nos ocupa, de ello es lo que hablo con mis chicos en el vestuario, no más allá.
Un amplio sector de la afición deportivista considera una ‘humillación’ medirse al filial céltico. ¿Lo consideras así?
Ahí no entro, soy entrenador y me preocupo del tema deportivo. Desde el respeto cada uno se lo toma como quiere; no pienso que sea eso. Para mí medirme al Deportivo es como hacerlo como contra un rival más, un partido más. Debemos afrontar el encuentro cuando sea de la mejor manera posible. Nosotros no debemos entrar en esas historias.
Como entrenador, ¿te hace ilusión especial dirigir a tu conjunto en el estadio de Riazor?
Bueno, siempre te gustan los grandes escenarios, donde uno ha jugado. A mí me tocó en Primera con el Valladolid, siempre es bonito porque te recuerda a lo que has vivido siempre, a la élite. Jugar siempre en un escenario grande como Riazor es bonito, tanto para los jugadores como para los técnicos.