Borja Valle aparca la calculadora en un final de curso que su equipo, el Deportivo, afronta fuera de las posiciones de ascenso a LaLiga después de un mes y medio “complicado” que se ha llevado por delante al técnico Natxo González y ha provocado la dimisión del Consejo de Administración, dos noticias que, según él, no han sido “positivas” para el club.
El extremo deportivista, sin embargo, confiesa que haber roto una serie de nueve partidos sin ganar (sin contar el suspendido con el Reus) les ha permitido recuperar el optimismo en el último tramo de una temporada en la que él ha encontrado la continuidad que le había faltado en sus primeros meses como blanquiazul.
Después de nueve jornadas sin ganar, ¿qué ha supuesto el triunfo ante el Numancia?
Era una victoria ansiada. No se estaban dando los resultados aunque trabajábamos muchísimo por la semana para conseguir ganar. Por un motivo u otro no acabábamos de encontrar las sensaciones, tuvimos un bache bastante grande y ahora hay que intentar mantener esta buena dinámica que empezamos en Soria.
¿El bache se produjo en el peor momento posible?
Sí, porque todo el año estás arriba, siendo tan solvente en casa, y cuando llega un bache tan grande como el que tuvimos, tan continuo, te hace perder un poco la esperanza e ilusión que tiene todo el mundo de afianzarse. Esperemos que este bache quede olvidado.
¿Cuáles son las expectativas del equipo, el ascenso directo ya es imposible?
Todos somos conscientes de a cuántos puntos está el playoff y el ascenso directo pero lo mejor que podemos hacer es no pensar en eso. Ahora mismo, sabemos que los partidos que quedan son finales y lo que tenga que pasar, que pase.
Un pleno de triunfos podría dar opciones al equipo de lograr el ascenso directo, ¿lo ves posible?
Es muy difícil, somos conscientes de ello, pero en el fútbol todo puede pasar. Nosotros estuvimos prácticamente toda la temporada sin perder en casa y dejas de ganar y luego pierdes dos partidos seguidos, sin buenas sensaciones. En Soria volvimos a ser un equipo vertical, solvente y esa es la idea hasta final de temporada. Es muy complicado ganar todos los partidos, pero, si afrontamos cada uno como una final, sin mirar más allá, sería muy bueno.
El partido inmediato es en Zaragoza ante un histórico que ahora lucha por salvarse tras haberlo hecho por ascender la temporada pasada, ¿qué le parece?
Que esta es una categoría muy complicada, que no sabe de nombres ni de historia. Ahora vamos a un campo en el que van a salir a apretarnos y mordernos y tenemos que pensar en nosotros, en nuestro objetivo.
¿Qué ha supuesto la llegada de Martí al banquillo tras la destitución de Natxo González?
Al final es un cambio de piezas. Natxo tenía una forma de ser o de actuar; Martí tiene una forma diferente de entender las cosas y actuar, y eso no quiere decir que sea mejor o peor. Ha sido un cambio, que a lo mejor el club y la plantilla necesitaba, y nosotros no nos metemos en eso. Estamos trabajando muy bien, afrontando lo que queda con positivismo y muy ilusionados. Martí, también.
Por lo que dices, ¿lo considerabas un cambio necesario?
En fútbol, tampoco creo que haya nada necesario. Cuando las cosas no acaban de salir, hay que mover piezas y los más dañados son siempre los entrenadores. Nosotros no entramos ahí, es decisión del club.
Primero el cambio entrenador y en breve, el de presidente. ¿Afecta al vestuario?
Este mes y medio ha sido complicado, parecía que todo era idílico, con el equipo en playoff, a un punto o dos del ascenso directo, solvente en casa y, de repente, las cosas no empiezan a salir, y los malos resultados llevaron a destituir a Natxo y ahora toma la decisión la Junta directiva de abandonar el club. Al final estas cosas no son positivas, es algo negativo para el club, no es bueno, pero tampoco podemos meternos. Nosotros tenemos que centrarnos en competir, en ganar partidos para que a esto se le dé la menor bola posible.
¿La explicación que os ha dado el club sobre esa dimisión os ha convencido?
No podemos entrar ahí. Tendrán sus motivos para tomar una decisión así y nosotros tenemos que seguir, comprometidos al cien por cien para intentar llevar al club a Primera.
A nivel personal, llevas seis goles y ha jugado 25 partidos, ¿te has quitado la espina de tus primeras temporadas en el Deportivo?
Sí, es así. En los clubes en que he estado lo único que he deseado es sentirme útil. Aquí, el año pasado, al final, lo conseguí. Acabó en descenso pero me quité una espina y este año estoy feliz, contento. Al principio tuve una lesión y una sanción de cuatro partidos, pero valoro la temporada hasta día de hoy como algo positivo. Estoy participando, me siento importante y querido.
El verano pasado renovaste por un año, hasta 2020, ¿al final de temporada habrá que sentarse a negociar otra vez?
No sé qué pasará. Ahora mismo, con la decisión de la Junta directiva, estamos todos también a la expectativa de qué pasará. Yo tengo un año de contrato más y estoy tranquilo, no quiero pensar en eso sino en ayudar y hacer las cosas bien.