El capitán, Álex Bergantiños, cree que la mejor manera de reaccionar es manteniendo la calma. 

¿Ha llegado el momento de preocuparse?
Nos gustaría estar en una situación mejor, pero hay que tener tranquilidad porque esta categoría da muchas vueltas. Llevamos unos partidos en los que, sin perder, no hemos conseguido dar el puntito ese para sacar más triunfos y ahora tenemos un déficit respecto a la cabeza, pero hay tiempo.

¿Os habéis vuelto previsibles?
Las segundas vueltas son duras porque los equipos nos vamos conociendo y tienes que ir reponiéndote a las adversidades. En pequeños detalles no hemos tenido el acierto necesario, tanto defensivamente como en ataque, y nos ha penalizado mucho, pero creo que el equipo siempre ha sido superior a los rivales en cuanto a ocasiones. Lo principal es que no nos genere inquietud o nerviosismo de cara a futuros partidos, sabiendo los errores que hemos cometido para tratar de corregirlos.

Este parece un Depor muy distinto al que, en los tres primeros meses de la competición, exhibía una superioridad casi insultante en Riazor.
Son ciclos de las temporadas y ningún equipo está a su mayor nivel durante las 42 jornadas que dura la Segunda División. Osasuna y Oviedo ahora van como aviones, o el propio Cádiz, que al principio de Liga estaba en descenso. Confío en el plantel, creo que tenemos mucha variedad para ser fiables hasta el final y estoy convencido de que esta plantilla va a reaccionar, va a tener su pico de buena forma y de buen momento, que va a volver, y ojalá sea ahora, en el tramo final, que es el más decisivo.
 
El centro del campo es una de las zonas donde se aprecia ese bajón y da la sensación de que Edu Expósito es el único capaz de generar fútbol.
Edu está en un buen momento individual y nos está dando mucho en ataque. Su creatividad y su calidad sirven para desbordar líneas y ahí nos está faltando una pizca de chispa y creatividad en ciertos momentos, sobre todo ante los rivales que se han encerrado. Son ciclos, momentos, hay jugadores que aún se tienen que adaptar. Hemos perdido a Carlos, Nahuel acaba de llegar, Carles se nos fue, Michael también lo hemos perdido, Pedro ha estado mucho tiempo fuera... Al final ha habido muchas variantes individuales en esas posiciones y todo eso se nota, aunque no es suficiente excusa. Creo que todos podemos dar algo más y mejorar el nivel colectivo.
 
Hablas de la marcha de Carles Gil y el calvario de lesiones de Carlos. Dos circunstancias que han marcado el descenso de ocasiones y de goles.
Carlos es un jugador determinante en esta categoría y es muy importante para nosotros. Además, estaba en un muy buen momento cuando se lesionó y hacía muy buena pareja con Quique. Ha sido una baja importante, pero tenemos una plantilla lo suficientemente completa para poder sobreponernos a tanto tiempo de lesión de Carlos. Ojalá que por fin se pueda recuperar bien y llegue con chispa al tramo decisivo de la temporada, que es importante que la plantilla aporte y que todos los jugadores estén con la frescura suficiente al final de Liga porque esta categoría da muchas vueltas y los finales de temporada se hacen muy duros. El año pasado,  equipos que parecía que iban a salirse acabaron el campeonato muy justos de gasolina y yo creo que ahí tenemos un puntito sobre los demás.
 
¿Os sorprende la evolución de Edu Expósito?
Aquí todos conocíamos su calidad, sus posibilidades y le faltaba la continuidad que está teniendo este año, el verse en una plantilla profesional, aprender a competir. Ha ido creciendo muchísimo a lo largo de la temporada. De hecho, no tiene nada que ver el Edu de las primeras jornadas con el de ahora y es mérito suyo por saber aprender y mejorar. Creo que le estamos ayudando mucho a mejorar pequeños matices de su juego que le hacen ser cada vez más decisivo. Siempre ha tenido mucha calidad, pero ahora está siendo cada vez más vertical y con más atrevimiento y con más daño en lo que hace. Si sigue en esa línea, cada vez va a ser más determinante.
 
De hecho, contra el Alcorcón se marcó un partidazo y protagonizó una jugada, que no acabó en  gol  por muy poco, digna de un auténtico crack.
Los compañeros y el entrenador le llevamos diciendo desde el principio que tiene que buscar ser más determinante en sus acciones de calidad y la verdad es que lo está entendiendo muy bien. Cada vez sus controles son más hacia delante, son pases en progresión, se recrea menos en controles o en giros sobre sí mismo para ser más rápido en sus acciones para atacar y eso está haciendo que luzca más y que nos beneficiemos todo el equipo.
 
¿El bajón del equipo es más por un problema mental o de juego?
Si la mente no está bien, el juego se resiente, es un poco la pescadilla que se muerde la cola. Todo influye y los resultados, también. No haber ganado partidos que merecimos, como el del Lugo, el Nàstic o el Alcorcón, ha hecho un poco de mella anímicamente y nos hace dudar un poco, y es contra lo que tenemos que luchar. Debemos ser fuertes mentalmente y saber que sin estar en nuestro mejor momento de la temporada, seguimos siendo un buen equipo, que hace más ocasiones que el rival, que es de los menos goleados y el máximo goleador de la categoría.
 
¿Entiendes que en la calle haya cierto nerviosismo?
Es normal. Yo también soy aficionado del Deportivo y me pongo en la piel de la afición. Viéndolo desde fuera, al final es lógico que los tres equipos que bajan de Primera tengan la exigencia, la obligación o el ansia un poco de tener que subir a la primera, de estar toda la temporada arriba y eso también hay que gestionarlo. Es lógico que la gente se frustre, a nosotros también nos pasa, pero esto es una carrera de fondo y si flaqueamos o nos sentimos débiles, al final podemos caer en otras situaciones peores, como se está viendo en otros equipos.

Si ganáis a Las Palmas y al Almería, cerraríais este tramo de tres partidos consecutivos en casa, más el choque con el Reus, con diez puntos de doce. ¿Lo considerarías positivo?
Diez de doce es algo que habríamos firmado antes de empezar el tramo. Pero hablar de tramos o de número de partidos nos puede generar esa sensación de ansiedad o frustración si no salen las cosas, así que solo tenemos que pensar en el domingo.