El Celta tratará de sellar su permanencia ante el Mallorca, al que dejaría muy tocado en caso de puntuar en la isla donde los celestes firmarían el empate porque mantendrían la distancia de ocho puntos sobre el equipo que cierra la zona de descenso.
Los celestes viajan en su mejor momento de la temporada, tras alargar ante el Barça su buena racha con un punto que pudieron ser tres si Nolito superara, con todo a favor, a Ter Stegen en el tiempo de prolongación.
El técnico Óscar García Junyent podrá alinear su once de gala después de recuperar al lateral izquierdo Lucas Olaza, al que dio descanso ante el Barcelona. El uruguayo sigue a la espera de que Celta y Boca Júniors acuerden su traspaso al club gallego porque su contrato finaliza mañana, aunque ello no impedirá su titularidad en Mallorca.
También regresarán al equipo titular el defensa colombiano Jeison Murillo, que formará en el centro de la defensa junto a Araujo, y el brasileño Rafinha, que volverá a asumir el liderazgo en un centro del campo que completarían Bradaric y Okay Yokuslu.
Iago Aspas y Denis Suárez son fijos en la línea de ataque, por lo que la única duda está en si Óscar da continuidad a Smolov, goleador ante el Barcelona, o devuelve al once a Santi Mina.
Definitivo para el rival
Por su parte, el Mallorca intentará mantener viva la llama de la esperanza ante el Celta, en un partido casi definitivo para el objetivo común de ambos equipos a falta de seis partidos para que acabe la temporada: la permanencia.
Ambos afrontan otra de las denominadas “finales” en la lucha por la salvación con estados de ánimos muy diferentes tras la última jornada, en la que los bermellones sufrieron la vigésima derrota de la temporada en Bilbao y los célticos sumaron un punto de oro frente al Barça.
Alejado a ocho puntos de la salvación, que marca precisamente el Celta (34), con cuatro derrotas y un empate tras la reanudación de la LaLiga, el Mallorca es el equipo más goleado del campeonato (55), uno de los más irregulares en casa y el menos efectivo como visitante (13 derrotas).
Vicente Moreno, técnico mallorquinista, se resiste a tirar la toalla, pese a que en San Mamés quedó demostrado que el nivel del once bermellón ha bajado mucho, sobre todo en actitud y confianza, con respecto al que acabó la Liga antes de la pandemia.
El japonés Takefusa Kubo, en cambio, ha crecido tras el parón hasta convertirse en el gran referente ofensivo de su equipo, muy por encima del colombiano “Cucho” Hernández, el marfileño Lago Junior o el croata Ante Budimir. Otro jugador bermellón, Luka Romero, la joya de la cantera balear que hizo historia al debutar con 15 años y 219 días en la LaLiga ante el Madrid.