Jacobo Garrido vivió ayer un día especial en el colegio Liceo La Paz, al recibir un homenaje por parte de directiva del centro, profesores, entrenador y compañeros de segundo de Bachillerato.
El nadador se vio sorprendido por la calurosa bienvenida en el salón de actos, donde se recordó el momento de su victoria y se le entregó un obsequio conmemorativo.
Debido a una agenesia en el peroné, Garrido empezó a nadar por recomendación de su médico. Su afán por competir y ganar consiguieron el resto. Su último éxito lo consiguió el viernes, la medalla de oro en el Mundial de natación adaptada, celebrado en Londres, en la prueba de 400 metros estilo libre, categoría S9.
Diez años de entrenamientos que han catapultado a este joven coruñés hasta los Juegos Paralímpicos de Tokio del año que viene.
Eso sí, antes tendrá otra importante prueba, aprobar el curso, para después ir más tranquilo a Japón. l