¡Qué difícil es jugarle al Silva en A Grela cuando está enchufado! Ayer lo estuvo y el Racing de Ferrol lo sufrió. El equipo coruñés se llevó el triunfo a base de pundonor, sacrificio defensivo y efectividad en el área rival en un partido en el que aprovechó las pocas concesiones que ofreció su rival. Aarón Sánchez fue el principal verdugo de su exequipo anotando dos goles, uno de ellos para dar la victoria a los locales en el minuto 90, que celebró simulando la acción de un arquero.
Javier Bardanca, que celebró su recién anunciada renovación con un gran triunfo, mantuvo la apuesta por un sistema con tres centrales (Fiuza, Michi y Scalon) con Kata y Joni en la medular, Souto y Aarón Sánchez con libertad y Joao Paulo en punta. Por su parte, el Racing saltó al campo de A Grela con un 1-4-4-2 con la dupla Joselu-Juan Antonio como amenaza para la zaga local.
El primer equipo en acercarse con peligro al área rival fue el Silva. Aarón Sánchez, un incordio para los visitantes lanzando desmarques a la espalda de la defensa, se quedó solo en un mano a mano ante Diego Rivas tras un pase de Joao Paulo. El extremo disparó fuera pero la acción ya estaba anulada por fuera de juego.
A partir de ahí, el Racing fue poco a poco inclinando el campo a su favor llevando el balón a zonas de peligro para el Silva sin tomar demasiados riesgos. En el minuto 7 una triangulación en el centro del campo acabó con un pase en profundidad a Marcos Álvarez, que se topó con Damián en la definición. Juan Antonio cazó el rechace pero Michi Leal bloqueó de nuevo el intento del punta.
A pesar del dominio territorial de los de Emilio Larraz, Aarón seguía a lo suyo: lanzando desmarques sin parar e incomodando al Racing a la contra. El extremo tuvo dos seguidas. En la primera disparó flojo a las manos de Diego Rivas y en la segunda cabeceó alto tras un centro de Souto.
Al Silva le convenía un partido trabado para que el Racing no tuviese continuidad en el juego. Y lo consiguió. El equipo ferrolano solo llevó peligro a la portería de Damián en la primera parte en acciones a balón parado y en los barullos posteriores. Pero el Silva defiende en el área como pocos equipos en Tercera. No se le caen los anillos por meter nueve o diez futbolistas cerca de su portería para tratar de despejar los lanzamientos de esquina o los saques de banda de su rival. Así llegaron las opciones del Racing, que en dos barullos en el área encadenó hasta cinco disparos. Armental, Joselu, Juan Antonio y Borja Hernández, entre otros, probaron suerte pero en todos los intentos apareció algún jugador del Silva, además de Damián, para desbaratar la jugada.
Pero el partido todavía podía ser más frustrante para el Racing. Un despeje del Silva se convirtió en una contra letal para los visitantes. Joao Paulo luchó por cazar el balón, el esférico le cayó a Souto y el extremo buscó rápido al delantero en la banda derecha. Joao Paulo apuró la línea de fondo y puso un centro tenso y raso a la llegada en el segundo palo de Aarón, que le ganó la partida por velocidad a los defensas y marcó a placer. 1-0, lanzamiento de su primera flecha en la celebración y descanso.
Segundo acto de locos
El partido se puso aún más interesante para el espectador neutral en el segundo acto. En una de las primeras llegadas del Racing, gol de Joselu. El punta demostró tener la sangre congelada regateando a Damián en un palmo de terreno tras una dejada de cabeza de Juan Antonio. Fueron los mejores minutos del Racing, que pudo ponerse por delante pero dos remates posteriores de Juan Antonio no encontraron portería.
Y si al Silva le perdonas, te lo hace pagar. Un lanzamiento de esquina botado por Joni (vaya despliegue en la segunda mitad) se lo comió Diego Rivas y lo remató a la red Joao Paulo. El Racing tenía que remar de nuevo a contracorriente.
Emilio Larraz cambió a un sistema con defensa de tres y se fue a por el empate. A pesar de estar falto de ideas, el equipo ferrolano logró la igualada tras un saque de banda. Dos prolongaciones y cabezazo sutil de Marcos Álvarez a la escuadra.
Faltaban diez minutos y cualquier cosa podía pasar. Borja Hernández y Michi Leal fueron expulsados en apenas tres minutos y se presentó un final de partido impredecible con un diez contra diez. Y en esas lides el Silva es experto en sacar petróleo. Una jugada que no parecía llevar ningún peligro para la portería de Diego Rivas acabó con un penalti de Pau Bosch sobre Joao Paulo. Minuto 90 y pena máxima para ganar el encuentro. ¿Quién la tira? Aarón Sánchez para cerrar el círculo. Gol, doblete, victoria ante su exequipo y de nuevo la celebración del arquero. El Silva vuelve a dar en la diana.