Una brutal exhibición de Dragan Milosavljevic en la segunda parte guio al triunfo a un Málaga que encontró con él el equilibrio que no tuvo en la primera mitad ante un Valencia Basket muy espeso durante todo el choque y sin argumentos más allá del corazón en el tramo final.
Con este triunfo, al que contribuyó el exterior balcánico con 28 puntos de los cuales 24 llegaron tras el descanso, el Málaga ‘roba’ el factor cancha y tiene la opción de cerrar su pase a semifinales mañana en el Martín Carpena.
En el arranque la mayor confianza del Valencia, y su mejor circulación de balón, le dio la primera ventaja (12-4). Jaime Fernández devolvió parte de la confianza al equipo visitante, que volvió a ajustar la mirilla desde el arco para ponerse por delante (27-30).
Van Rossom recuperó el timón y condujo a su equipo a un parcial de 11-0 que devolvió el mando a los locales. Obligado, el conjunto andaluz entendió en el último minuto que podía hacer más cosas que tirar triples y minimizó daños (43-40).
El choque se mantuvo igualado tras el descanso, con el Unicaja muy intenso en defensa y más equilibrado en ataque con Milosavljevic como excelso ejecutor, con 17 puntos en el cuarto. El Valencia, cansado y espeso, vio cómo se le escapaba la iniciativa (52-60)
Trató el Valencia de centrar su atención en el alero balcánico, pero el Málaga pudo activar a Waczynski y llevar su ventaja a un máximo que le puso en bandeja el choque (60-72). Además, su defensa zonal acabó de confundir a los locales, que empezaron a dudar en el peor momento.
Vives, con tres robos casi seguidos, la contagió a su equipo. Un nuevo triple de Milosavljevic dio aire al cuadro costasoleño y la tranquilidad necesaria para dejar pasar los minutos hasta que el Valencia asumió que, pese a su corazón, no tenía argumentos para darle la vuelta y ahora está obligado a ganar en el Martín Carpena para seguir con vida.