La selección española femenina de balonmano tratará de protagonizar la gran sorpresa de los octavos de final del Mundial de Alemania y apear mañana (20:30) de la competición a la gran favorita al oro, la todopoderosa Noruega, la vigente campeona del Mundo y de Europa.
"Es un partido a cara o cruz y no debemos tener miedo absolutamente a nadie", señaló el preparador español Carlos Viver, pese a ser consciente de las enormes dificultades que entrañará enfrentarse con un rival con el que nadie se quería cruzar.
Pero si algo ha caracterizado al conjunto español en los últimos años ha sido su capacidad competitiva, un carácter irreductible que ha permitido a la selección española hacerse un hueco entre la elite del balonmano femenino mundial.
Un gen "guerrero" que no se ha visto mermado por la irrupción de una nueva hornada de jugadoras, seis de las cuales debutan en este Mundial de Alemania en una gran competición internacional.
Pero para poder derrotar a la todopoderosa Noruega, que busca conquistar en Alemania su cuarta corona mundial, no bastará sólo con apelar a la fe y la garra, por lo que España se aferrará a su mejor arma hasta el momento en el torneo: la defensa.
El conjunto español, que cerró la fase de grupos como el tercer equipo menos goleado de la competición, se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los ataques rivales, tal y como confirman los tan sólo 19 tantos que encajó ante una selección de la talla de Rumanía.
Una defensa española que no sólo destaca por su solidaridad e intensidad, sino también por su variedad, lo que ha permitido a las "guerreras" alternar desde el 6-0, que utilizaron ante Rumanía al 5-1, que desplegaron ante Francia, sin olvidar la defensa mixta que emplearon ante Eslovenia, sin perder efectividad.
Solidez que se ha visto refrendada por la buena actuación de las porteras Silvia Navarro y Darly Zoqbi, que mañana deberán volver a mostrar en Leipzig su mejor versión para contener a la selección noruega, el conjunto más goleador del torneo con una media de más de 32 tantos por partido.
Especialmente atentas deberán estar las de Carlos Viver a los movimientos de Nora Mork, la máxima realizadora del conjunto nórdico con un total de 31 tantos y principal referencia de un equipo noruego plagado de estrellas, como la central Stine Oftedal o la pivote Heidi Loke.
Pero la selección española no sólo deberá rendir al cien por ciento en defensa para tener alguna opción de sorprender a la noruegas, sino que deberá, además, mejorar notablemente su rendimiento ofensivo.
Ante Noruega, el conjunto español no podrá permitirse el "apagón" que sufrió en el partido ante Rumanía, un choque en el que las "guerreras" encadenaron en el primer tiempo casi dieciocho minutos consecutivos si marcar.
Para ello, la selección española, que volverá a girar en ataque en torno a la central Nerea Pena, deberá aumentar su efectividad en el lanzamiento, máxime ante dos porteras de la talla de Katrine Lunde y Kari Grimsbo, que constituyen además el punto de partida del letal juego de contragolpe noruego.
Y es que si por algo destacan las nórdicas es por su capacidad para penalizar cada mínimo error de su rival con un fulgurante contraataque, gracias a la velocidad de jugadoras como la extremo Camille Herren.
En este sentido, el conjunto español, que ha reducido notablemente el número de pérdidas de balón en comparación con anteriores citas, deberá evitar al máximo los fallos ofensivos si quiere tener alguna posibilidad de sorprender al posiblemente mejor equipo del Mundo.