Faltaba la respuesta del máximo organismo del balompié europeo y llegó ayer. Después del aplazamiento de eventos tan importantes como los Juegos Olímpicos era sabido que el fútbol europeo reaccionaría de la misma manera y de forma inmediata.
La UEFA decidió aplazar, y sin fecha por el momento, las finales de clubes que estaban programadas para mayo de 2020, las de la Liga de Campeones masculina y femenina y la Liga Europa, a causa de la crisis por el COVID-19 que sufre el continente y que, para muchos países, todavía está empezando en estas duras jornadas.
El efecto dominó que se esperaba tras el aplazamiento de la Eurocopa 2020, se inicia finalmente con el aplazamiento de las finales de clubes. La de ‘Champions’ estaba programada para el 30 de mayo en Estambul, la Liga Europa tres días antes, el 27, en Gdansk y la femenina el 24 de mayo en Viena. Este aplazamiento no hace sino dar la razón a otras federaciones o disciplinas que ya tomaron la decisión hace días.
UEFA confirmó con un escueto comunicado que no ha tomado “aún una decisión sobre las nuevas fechas” y que el grupo de trabajo creado la semana pasada como resultado de la videoconferencia entre todas las partes del fútbol europeo, presidida por Aleksander Ceferin, analizará las opciones disponibles. “El grupo ya ha comenzado a examinar el calendario” y que “los anuncios se harán en su debido momento”.
El pasado día 13 de mayo, el organismo continental anunciaba el aplazamiento de todos los partidos de la Liga de Campeones y de la Liga Europa que aún quedaban por disputar. Ya el día 17, confirmaba que la Eurocopa prevista para este año se retrasaba hasta 2021. Hablar del futuro del fútbol a nivel competitivo, ahora mismo, parece una verdadera utopía.