De la eclosión de Bernal al silencio del ciclismo español
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De la eclosión de Bernal al silencio del ciclismo español

De la eclosión de Bernal al silencio del ciclismo español
Tignes (France), 26/07/2019.- Colombia's Egan Bernal in action during the 19th stage of the 106th edition of the Tour de France cycling race over 126.5km between Saint Jean de Maurienne and Tignes, France, 26 July 2019. (Ciclismo, Francia) EFE/EPA/YOAN VA

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La foto del colombiano Egan Bernal en París con el maillot amarillo podría ser un punto de partida para una nueva era en el Tour, para la que está llamado este joven de 22 años que nació con nombre de campeón y atesora un talento que ha sorprendido ya en su segunda temporada en la elite.

Brillante en su primera especialidad, la BTT, en la que logró como juvenil medallas en los Mundiales de 2014 y 2015, su paso a la carretera apenas lo acusó, pues en 2016 ya firmó con la escuadra italiana del Androni Giocatolli con solo 19 años. Bernal se inició en el ciclismo en ruta sin experiencia anterior alguna.

Solo dos años después, en 2018, el ciclista de Zipaquirá ganó el Tour de California y debutó en el Tour con el Sky, a las órdenes de Chris Froome y Geraint Thomas. Acabó decimoquinto.

Y este año, con el objetivo del Giro, el destino le echó una mano de oro. Se fracturó una clavícula y no pudo luchar por la maglia rosa. Ahí empezó su camino hacia el Tour.

Madurez impropia
Se trata de un campeón de una madurez impropia para un chico de su edad, orgulloso de hacer lo que le gusta y capaz de disfrutar con la adrenalina de la competición. ¿Presión? “Con eso no gano nada, prefiero estar tranquilo”, dice.

Físicamente no arroja dudas, sus valores en la prueba de consumo máximo de oxígeno son “descomunales”, según los expertos que en su día lo atendieron en el Centro de Estudios Fisiológicos de Milán.

El primer colombiano que gana el Tour anuncia el comienzo de una era larga. Colombia mira con una gran sonrisa tal posibilidad. Es el ciclismo emergente. Tres corredores en el top-10 de la ‘Grand Boucle’, con Rigoberto Urán séptimo y Nairo Quintana octavo.

Mientras el ciclismo colombiano vive en la cresta de la ola, el español ha tenido escaso protagonismo. Ningún triunfo de etapa, sin representante en el podio y un futuro que invita a esperar tiempos mejores.

Una década vacía
Se han cumplido diez años del último Tour ganado por Alberto Contador. Desde entonces no ha habido victorias españolas. Han sido los miembros del Sky, ahora Ineos, los acaparadores con siete victorias.

En ese período solo han pisado el podio dos españoles, Joaquim ‘Purito’ Rodríguez en 2013, tercero por detrás de Froome y Quintana y Alejandro Valverde, tercero en 2015, superado por los mismos rivales que el exciclista catalán.

Este año las fichas se colocaron sobre Mikel Landa. Las cosas del ciclismo le colocaron como primer español, sexto, a 4:23 de Bernal. La caída de la primera semana, en la que perdió más de dos minutos, le sacó de la lucha por el podio.

Noveno terminó Valverde. El campeón del mundo siempre estuvo cerca de los mejores, pero al igual que su compañero, sin disputar con opciones los puestos del podio. 

Hay que bajar la vista hasta el puesto 20 para encontrar al siguiente español, Jesús Herrada. Dos puestos después, Enric Mas, debutante en el Tour, cargado de una expectación que se difuminó en el Tourmalet. Entre las promesas, aprobó con nota Marc Soler, infatigable en su trabajo como gregario en el Movistar.

El ciclismo español alumbra pero no encuentra. Sin maillot amarillo desde 2009 y sin podio desde 2015, los datos invitan a esperar a una nueva generación que vuelva a lograr laureles en la ronda gala.

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