El RC Deportivo se topará esta noche con un adversario que muy probablemente acusará el cansancio propio de un desplazamiento interminable como el efectuado ayer por el Real Zaragoza.

Las estrecheces económicas por las que atraviesa el cuadro de La Romareda le ha llevado a recorrer los cerca de 800 kilómetros entre Zaragoza y A Coruña en bus por carretera, con una parada para almorzar en tierras leonesas.

En total, los zaragocistas se pasaron ayer más de diez horas metidos en su autocar en vísperas de medirse a un candidato al ascenso como el Depor.

Muy a pesar del cuerpo técnico de Lucas Alcaraz, el club no encontró alternativas —lógicamente más costosas— a un desplazamiento incómodo y tuvo que cargarse de moral e ilusión para sobrellevar la pesadez de este viaje.

Una odisea que dio inicio a las 8.30 horas en la Ciudad Deportiva del cuadro maño, en la que los 18 futbolistas convocados para Riazor dejaron aparcados sus respectivos vehículos y desayunaron juntos.

Después de la comida y posterior reenganche a la ruta, el cuadro aragonés ni siquiera pudo disfrutar de la comodidad de su hotel de concentración en A Coruña, puesto que pasadas las 18.30 horas dio inicio su última sesión preparatoria —bajo el frío y la lluvia— en la Ciudad Deportiva de Abegondo.

La aventura zaragocista del presente fin de semana se verá completada desandando la kilométrica ruta el domingo de madrugada.

Tras la disputa del envite de esta 18ª jornada en Riazor, alrededor de las 00.00 horas el Zaragoza retomará su periplo en autocar para completar su regreso a casa —la llegada está prevista el lunes a mediodía—.

Un míster resignado
Preguntado en la previa al encuentro por el largo viaje hasta tierras coruñesas, el entrenador Lucas Alcaraz puntualizó que este será un obstáculo más a salvar para poder puntuar frente al Deportivo. A pesar de todo, aguarda que los suyos puedan doblegar también a la fatiga.

“Yo estuve en casi todas las esquinas del mapa: en la esquina de abajo a un lado (Almería), en la esquina del otro (Huelva), en la esquina de arriba (Santander), en Murcia... en clubes, además, con poca capacidad económica. Así que en esto de viajes largos en autobús me las he visto todas”, precisó.

“Sí, es cierto que estos viajes afectan al tema de isquiotibiales, a los problemas de espalda, a los de pubis... pero bueno, es lo que hay. Nosotros hemos intentado descender la carga de trabajo según se acercaba el viaje para que la gente tenga mejores sensaciones. Pero el viaje es el que hay”, dijo.