Imaginemos por un momento que alguno de ustedes es un prometedor futbolista del Deportivo y que le llegan al club dos suculentas ofertas de Italia. Una del Milan y otra del Inter. ¿A cuál de los dos clubes se iría usted? Lo más probable es que su decisión se basase en el proyecto deportivo y en la oferta económica, pero nada más. Con el tiempo puede que usted sea un rossoneri acérrimo o un neriazzurri convencido, pero eso se consigue con el tiempo. Lo de las presentaciones de futbolistas que dicen eso de “siempre soñé con vestir esta camiseta” no cuela. Si alguien te ofrece más, allá que te vas, que es lo lógico y normal.
Mamadou Koné llegó el verano pasado al Deportivo con un doble objetivo: subir a Primera y que el club coruñés ejecutase la opción de compra sobre él. Ninguna de estas circunstancias sucedido y el marfileño volverá al Leganés donde le queda un año de contrato. Hasta ahí todo normal.
Nadie le exigió el día que llegó que se declarase deportivista ni nadie le reprochó su entrega sobre el césped. No ha sido el rendimiento esperado, pero no es culpa suya. Eso sí, su decisión de no prolongar tres semanas más su contrato no es algo que diga mucho en su favor. Legal es. Derecho a hacerlo tiene todo el del mundo. Pero ético no parece serlo. Los futbolistas, cuando firman un contrato hasta el 30 de junio del año que sea lo hacen simple y llanamente porque es en esa fecha cuando las competiciones de clubes han finalizado y con ello la temporada. Lo de este año es algo que se escapa al cálculo de todo el mundo y que todos los jugadores del Deportivo lo han entendido. Menos él.
Dice que tomó la decisión tras hablar con Fernando Vázquez y ver cuáles eran sus planes con él. O mucho me equivoco, o el entrenador deportivista jamás le prometerá a nadie la titularidad o disponer de los minutos que uno cree que se merece. Yo creo que Dani Giménez se lo pregunta y tampoco le garantiza la titularidad. Si ese es el motivo de Koné para dejar el club precipitadamente, la verdad se podía haber buscado una excusa mejor.
El león Peru, que es muy posible que acabe triunfando en su Athletic, el colchonero Mollejo, el extremo Borja Valle, que está en su último año de contrato… nadie ha querido bajarse del carro a falta de 5 jornadas, con 15 puntos por disputarse y solo 3 de margen sobre el descenso. Todos han querido seguir arrimando el hombro y hacer que esta pesadilla de temporada termine con el menor de los males, la permanencia.
Mucha suerte en tu próxima aventura en el club que sea, Koné. Nadie te va a desear ningún mal, porque eso no demostraría más que un rencor absurdo y tampoco arreglaría nada. Has decidido no acabar la temporada y dejar el club. Todo perfecto. Eso sí, reconoce que nos has dejado tirados y que te importa un bledo si el Deportivo acaba la temporada bajando a Segunda B.
Afortunadamente eso no sucederá. Pero serán otros los que salven al Depor.
