Danilo Petrucci se hizo acreedor, por su arrojo y decisión, de su primera victoria, y además ‘en casa’, en el GP de Italia de MotoGP disputado en el circuito de Mugello, donde frustró el segundo doblete seguido de los hermanos Márquez.
Hubo varias claves a lo largo de la carrera de la cilindrada reina, la primera de ellas antes incluso de que comenzase: entre los pilotos de cabeza, sólo Marc Márquez eligió los compuestos más duros de neumáticos, lo que dejaba claro que el líder del Mundial esperaba llegar a jugarse la victoria en las últimas vueltas.
Durante la carrera hubo muchos momentos destacados pero los más relevantes, en lo positivo y en lo negativo, fue las gran salida de Andrea Dovizioso y Alex Rins, lo que no hicieron ni Fabio Quartararo ni Valentino Rossi.
Márquez, que partía desde la pole, intentó escaparse sabedor que cuantas más vueltas pasasen mejor rendimiento tendría de sus neumáticos, pero Petrucci, Dovizioso y Rins no le dejaron, y todos ellos demostraron que sus motos desgastan mucho menos el neumático trasero.
Por ‘pelotas’
La carrera se iba a dilucidar en la última vuelta y ahí sorprendió Marc al ganar por velocidad a las dos Ducati en los más de 1.100 metros que tiene la recta de Mugello. Estaba claro que ninguno iba a ceder un ápice en la apurada de frenada de San Donato, en donde Petrucci le echó ‘más pelotas’ y por dentro superó a Dovizioso, que tuvo que levantar su moto, y a Márquez, que se benefició de esa circunstancia para quedarse pegado al primero mientras el segundo se quedó descolgado a tres décimas.
La de Moto2 fue una carrera bien distinta, que se podría resumir en tres palabras: ritmo, ritmo, ritmo. Ese fue el que impuso Alex Márquez cuando tuvo la oportunidad y a partir de entonces se encaminó con un pilotaje casi perfecto en pos de su segunda victoria consecutiva. De no ganar desde Japón en 2017 a hacerlo dos veces seguidas, lo que además le mete de lleno en la pelea por el Mundial tras el discreto cuarto puesto del líder, Lorenzo Baldasarri, y eso que pudo ser peor pues salió decimoquinto.
No hay carrera en Mugello, salvo honrosas excepciones, que no se resuelva en la última vuelta y la de Moto3 no fue una excepción. las caídas rompieron en varias ocasiones el grupo principal pero los italianos contaban con el plus de correr ‘en casa’, y alguno, como Tony Arbolino, con el añadido de buscar inaugurar su casillero de victorias. Lo consiguió, por tan solo 29 milésimas de segundo sobre su compatriota Lorenzo dalla Porta.
El líder del mundial, Arón Canet, sufrió en un circuito en el que no estuvo cómodo en todo el fin de semana y en el que su moto evidenció no estar al nivel de las Honda. Aun así, la séptima plaza le permitió salvar un ‘round’ que era complicado y sigue al frente de la tabla de puntos.
