Ganar cerca de casa es un sueño hecho realidad”. Palabras incrédulas de Mikel Iturrria (Euskadi-Murias) después de estrenar su palmarés profesional con una victoria agónica en la undécima etapa de la Vuelta, que empezó en Saint Palais (Francia) y finalizó en Urdax Dantxarinea, en la que Primoz Roglic (Jumbo) mantuvo el maillot rojo.
Iturria llevó la fiesta al Euskadi Murias un año después del estreno de Óscar Rodríguez en La Camperona. Lo logró con una escapada en los últimos 25 kilómetros y un final agónico que evitó la embestida de los rivales que integraron la aventura de la jornada.
Atacó con el alma y el corazón”, dijo su director, Jon Odriozola. “Casi nos da un ataque”. Todo para ganar por seis segundos a Jonathan Lastra (Caja Rural) y el estadounidense Lawson Craddock (Education First). Más de 18 minutos después, con calma y cierta desidia, el pelotón terminó lel día como si tal cosa. Descanso activo. Hace tres años, en la misma meta, el grupo finalizó, entre risas, a 33 minutos.
La tecla correcta
Iturria se metió en el proyecto de catorce hombres con nombres importantes, entre ellos Jorge Arcas, Gorka Izagirre, Ángel Madrazo, Alex Aranburu y Lastra. Después de aguantar las batallas en los tres puertos puntuables, jugó su baza ganadora a 25 kms de meta, una superado el Col de Otxondo (3ª). Muchos lo habían intentado, pero ninguno dio con la tecla correcta.
Mikel tenía la etapa marcada en su agenda. Por eso fue a entrenarse por aquellas carreteras. Estímulo no le faltaba: cerca de casa, escuchando su nombre desde las cunetas y con un puñado de segundos en la mochila se negó a perder la oportunidad de su vida. A pesar de los repechos finales de Zugarramundi, ‘El pueblo de las brujas’ que dio el nombre a la célebre película de Álex de la Iglesia, y de la persecución de sus rivales, Iturria le hizo caso al director: “¡¡Ataca a tope!!’’.
Dicho y hecho. Obediente el ciclista del Euskadi-Murias, sacó fuerzas de donde no hay para alcanzar la gloria. Un triunfo increíble, sobre todo para un hombre que hace apenas dos años a punto estuvo de tener que colgar la bicicleta.
El año 2017 fue terrible para él. Primero sufrió una bursitis, en la Vuelta a Madrid se fracturó el radio y en el Tour del Limousin, en un día que le esperaban sus padres en meta se hizo añicos el fémur. Una cicatriz de 20 centímetros atestiguan aquel daño que precisó de una complicada operación y transfusiones de sangre.
Iturria siguió luchando. En el Euskadi-Murias le dieron confianza y en 2019 terminó de enterrar aquel episodio con un triunfo histórico. Aficionados a las apuestan on line, si hubiera apostado por él, se habría forrado.
Los favoritos a ganar esta Vuelta a España pasaron página sin novedad alguna y la ley del mínimo esfuerzo. Primoz Roglic sigue con ‘la roja’ en su poder en espera de días de más movimiento. Alejandro Valverde echa cuentas a un minuto y 52 segundos, Miguel Ángel ‘Supermán’ López a 2:11, Nairo Quintana a tres minutos justos y el joven Tadej Pogacar a cinco segundos más.
