El Real Madrid transitará en apenas un día de la Navidad al ‘infierno’ del OAKA, sede del Panathinaikos ateniense, donde le espera una afición que volverá a poder animar a su equipo tras el partido a puerta cerrada impuesto al conjunto verde por incidentes en el derbi ante Olympiacos.
Sin apenas respiro ni tiempo para digerir la cena de Nochebuena, el conjunto de Pablo Laso se mide a un ‘PAO’ asentado entre los ocho primeros de la Euroliga con nueve victorias, cinco de ellas de las últimas siete jornadas.
Laso no podrá contar con los lesionados Sergio Llull y Felipe Reyes, ni con Jaycee Carroll, por motivos personales, pero sí con Anthony Randolph, recientemente renovado por tres temporadas más.
El Real Madrid comparece en Atenas con el objetivo de mantener una racha de casi tres meses invicto –desde la visita al Bayern Munich no ha caído en la Euroliga– tras resolver con carácter la visita del Olimpia Milano (76-67) y arrasar en el Buesa Arena al Baskonia (55-77) hace una semana.
Se presentarán los blancos en un OAKA en el que solo el Alba Berlín y el Olimpia Milano han sido capaces de imponerse esta temporada en un pabellón en el que el último duelo se jugó sin público (88-79 ante el Maccabi) por las bengalas encendidas durante la emocionante victoria 99-93 en el derbi contra Olympiacos.
Este Panathinaikos dirigido por el estadounidense Rick Pitino se sustenta sobre su jugador franquicia, el base Nick Calathes, al que da los relevos con gran efectividad de cara al aro Tyrese Ryce, autor de 41 puntos ante el Olympiacos.
DeShaun Thomas (14.6 puntos y 4.7 rebotes por partido) e Ioannis Papapetrou (11.3 y 3.7) complementan el potencial ofensivo del conjunto verde, sostenido por dentro por Konstantinos Mitoglou y el ex Gran Canaria Jacob Wiley.
Es un equipo el griego que también gusta de un baloncesto de posesiones cortas y muchos puntos, un juego que dada la capacidad ofensiva madridista puede redundar en un auténtico regalo navideño en forma de canastas de todos los colores para los aficionados que acudan al OAKA.
Los blancos encadenan ocho triunfos ante el Panathinaikos, en una racha en la que se incluyen los cruces de playoffs de las últimas dos campañasm ganados por el equipo blanco. La última victoria del conjunto heleno fue en el primer partido de la eliminatoria de abril de 2018, por 95-67 en el escenario de hoy.
