El RC Deportivo se presentaba ante su afición con un once similar a la base del equipo del pasado curso, con las novedades de Raúl García Carnero en el lateral izquierdo, Víctor Narro en el interior zurdo y Gorka Santamaría en punta de lanza.

Borja Jiménez apostó por un cambio de sistema, pasando a un 4-2-3-1 esta temporada.

En la primera media hora de juego el Deportivo nunca se sintió cómodo sobre el terreno de juego ante la presión alta andaluza; es más, los primeros avisos correspondieron a la Balompédica Linense, que ya en el minuto 4 testó los reflejos de Ian Mackay.

En el minuto 30 el equipo herculino volvió a evidenciar sus carencias en la estrategia, encajando un nuevo gol de cabeza a balón parado. Delmonte sorprendía a la defensa a la salida de un saque de esquina y elevaba al marcador el 0-1.

Desde ese momento, con un gran nerviosismo en Riazor, Quiles y Raúl García rozaron sin éxito el tanto del empate pero por desgracia se llegó al intervalo en desventaja.

En el segundo acto, dos zarpazos del mediapunta Mario Soriano le dieron la vuelta al marcador en solo once minutos. El primero llegó tras un gran taconazo de Quiles y el segundo, después de una destacada acción personal del mediapunta.

Con el marcador a favor vimos a un Depor más entero, sin pasar demasiados apuros. Los cambios enfriaron el partido. Triunfo justo y merecido.