Se han confirmado los dos partidos de sanción a Lucas Pérez. Los más optimistas ansiaban con que fuera solo uno, pero con el reglamento en la mano y, tal y cómo estaba redactada el acta, la ausencia del de Monelos frente a Unionistas y Cornellá estaban cantadas.
Pero tranquilidad, veo a mucha gente demasiado acelerada. Y ese no debe ser el plan de juego. Los arbitrajes no han sido buenos pero no debemos caer en la tentación de pensar en manos negras ni similares. No existen.
Dejemos este aspecto como algo circunstancial y no entremos en prisas y frustración de jugadores, enfado en las gradas y desatinos desde el club recurriendo lo irrecurrible. Creo que desde la salida de Barritos, hay un vacío y cierta ignorancia del reglamento y de cómo funciona el estamento arbitral. Pero no dejemos fuerzas en guerras que no debemos librar. Centrémonos en nuestro equipo y en que sea capaz de dominar los partidos aún a pesar de los errores arbitrales, porque es verdad que muchas veces te quitan pero otras muchas te dan. Así por lo menos concibo yo el fútbol.
Y es que soy optimista respecto a este Depor. La línea trazada se aleja meridianamente del pasado reciente cuando David Villasuso se erigió en amo sin conocimiento, aboliendo la figura del Director Deportivo y dejando las riendas de un club centenario a personas sin bagaje ni saber.
Con el propio Villasuso a punto de dejar el barco para surcar aguas más conocidas por él, la nueva dirección optó por volver a la normalidad y a la profesionalidad.
Soriano es esa figura que centra y centrará las batallas, que trabajará en la sombra cuando todo va bien y dará la cara cuando vengan duras, sin permitir que una piedra en una bota desmonte un vestuario.
Y en ese contexto, los dos empates en casa no me preocupan en exceso. Es cierto que la posición del hombre que fija arriba no rebosa opciones, pero por el contrario la plantilla es compacta, equilibrada y polivalente. Y si además, y por una vez, la cantera tiene su protagonismo no podemos sino estar satisfechos.
Por eso creo que no debemos ver fantasmas donde no los hay. Buena plantilla, un entrenador que destila normalidad, ciertos cambios estructurales en el club muy positivos (otros, no tanto), un grupo de Primera Federación bastante asequible… y 27.000 abonados.
Esta temporada el Depor tiene todo para lograr su objetivo. Es más, me voy a mojar en pleno mes de septiembre: apuesto todo a ganador. Pero, señoras, señores, tranquilicémonos.
Salud y suerte!
