Llega el parón por las Ventanas FIBA. No habrá partidos de la Liga ACB el próximo fin de semana y el Leyma Coruña tiene su siguiente compromiso el domingo 1, cuando visite al Lleida. De nuevo los de Diego Epifanio jugarán a domicilio contra otro de los equipos que lucharán por la permanencia.

El último y reciente precedente no supuso una buena experiencia para los naranjas. La derrota frente a Granada es de esas que parecen que valen por dos, la que encajas tú y la que no encaja el rival. De todas formas, nada se está saliendo del guion que supone para un recién ascendido competir en una liga tan dura y exigente como la ACB. Estos días, la plantilla herculina tendrá tiempo para reflexionar y para preparar con garantías ese nuevo desafío.

Después de ocho partidos, viendo la clasificación el equipo coruñés se sitúa más o menos donde se esperaba que estuviese al principio de la temporada. Fuera del descenso, pero empatado en la última posición con Breogán, Girona y Granada, todos ellos con dos victorias. Las del Leyma fueron aquella espectacular sorpresa frente al Real Madrid el día del debut y otra muy solvente frente a Zaragoza.

Las dos fueron en el Coliseum. Los pupilos de Diego Epifanio están comprobando lo importante que es hacerse fuerte en casa. Eso sí, todo es menos complicado con una afición que, ya en el verano, se implicó en la marea naranja, haciendo pequeño Riazor y colocando el Coliseum como la nueva casa del Leyma Coruña.

Pues sí, el número de victorias en casa de momento no está mal. Dos de cuatro, un cincuenta por ciento. Y eso que ha habido que jugar contra equipos de primerísimo nivel, como Real Madrid, Unicaja y Tenerife.

Otra cosa es a domicilio. Cuatro derrotas en cuatro intentos. Ganar como visitante en la ACB no es nada sencillo. El partido en Granada era una buena oportunidad. Pero la victoria se escapó en los últimos instantes. No pasa nada. De los errores se aprende y todavía quedan muchas jornadas para conseguir ese ansiado primer triunfo fuera del Coliseum.

Lo importante es que el Leyma Coruña ya ha demostrado a sus rivales que puede competir con garantías. A todos nos gustaría que a estas alturas el equipo estuviese un poco más arriba. Pero un primer paso ya lo ha dado. Cuenta con una plantilla capaz de complicarle un partido a cualquiera. Y eso no siempre es sencillo cuando se trata de un equipo nuevo en la categoría.

Así que, cuando pase este fin de semana sin competición, volverán los partidos. Esa será otra, comprobar en qué medida ha afectado el parón a los jugadores. Y más sabiendo que vuelve a tocar jugar fuera de casa.

De todas formas, hay que confiar en este equipo que tantas alegrías nos ha dado. No hay que plantearse esta temporada como un premio. Eso ya forma parte del pasado. Hay que verla como una oportunidad más para seguir creciendo.

La afición confía en los jugadores y hay una conexión muy especial de los dos lados. Parece que el Leyma Coruña lleva veinte años en la ACB.

Y, con esta unión, el camino hacia el éxito tendrá menos obstáculos. Como hasta ahora.

Así que hay que seguir trabajando, haya partido o no el fin de semana, y confiar en un proyecto que se ha construido dando pasos firmes y seguros. Una fórmula que funciona. Y no tiene que dejar de hacerlo.