¿Quién dijo miedo?
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17º-23º

¿Quién dijo miedo?


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Reconozco que cuando acabó el partido del pasado domingo, me invadió un sentimiento agridulce, un sol-sombra, un mar-montaña, un sí pero no. Según pitó el final el colegiado, el alivio fue importante porque el asedio castellonense en los últimos minutos también lo había sido. De repente, compruebo la alegría de nuestros jugadores y pienso: “estos chicos lo han pasado francamente mal”. Y es cuando empiezo a valorar la victoria por la mínima.
 

Durante la semana he ido madurando la situación. Tuve un entrenador que nos decía: “cuando nos entre el miedo, pongámonos en la mente del rival”. Y desde entonces sigo las instrucciones al pie de la letra. Y te sirve para relativizar. Ni tú eres un dios, ni los demás unos villanos. Aplicado al fútbol, a mí me va a costar un mundo ganarte, pero tú tampoco lo vas a tener nada fácil.
 

Y así estoy esperando la llegada del gran choque, con la sensación de que los aficionados deportivistas estamos con la piel híper sensible (son muchos sinsabores históricos), pero con la seguridad de que los castellonenses también aguardan con incertidumbre el duelo. Realmente, si lo miramos objetivamente, la pelota está en el tejado de los de Castalia. El Deportivo hizo su trabajo (podía haber sido mejor, sí), pero ganó y está por delante en la eliminatoria. El rival todavía tiene que hacerlo. ¿Quién dijo miedo, entonces?
Hace semanas me he posicionado en el optimismo. Duele el tiempo perdido, los errores reiterados, las decisiones de imberbes, pero estamos en otra onda, eso es pasado, aunque reste depurar responsabilidades.
 

Ahora toca vivir el presente. De él, me preocupa la capacidad de resiliencia de nuestros jugadores, que sean capaces de sacar, sino la mejor, una buena versión de sí mismos.
 

Me intranquiliza también el estado físico de los que vienen de jugar poco y de los que vienen de jugar mucho. No entiendo ese agotamiento generalizado. El Castellón lleva jugando toda la temporada con 13-14 jugadores y parecía que iban a motor al lado de los nuestros.
 

Y no me gustó la gestión del banquillo que hizo Rubén. Sin saber interioridades, era evidente que varios efectivos necesitaban repuesto de urgencia. Espero que esa asignatura pendiente la apruebe con nota en Castalia.
 

Por el contrario, me gusta la apuesta del propio Rubén por jugadores de sentimiento blanquiazul y por futbolistas apuntados a la causa. Sé que el técnico está preparando a conciencia a sus hombres para el duelo. Cuando escucho hablar al coruñés me entran ganas de saltar a mí al campo. Es un motivador profesional.
 

El equipo ha ido asimilando nociones básicas en ese juego asimétrico que propone. Me gustará, porque estoy convencida de que así será, que el Depor se posicione en Castalia no demasiado lejos de la portería rival. No tenemos jugadores para realizar contras de 70 metros, pero sí para robar en posición adelantada y hacer mucho daño.
 

Abstraerse del ambiente hostil, confiar los unos en los otros, mostrarse contundentes en los duelos y que nuestra gente creativa y resolutiva tengan un día fino, ¿es mucho pedir? Puede parecerlo sobre una línea de periódico pero no lo es tanto sobre un terreno de juego porque el Deportivo tiene jugadores para hacer eso y más.
 

Y ese será el camino del éxito para llegar a la verdadera final. Si se consigue estaremos frente a otro acto de esta obra épica. Ahora mismo nuestra atención está puesta en Castellón. ¿Les parece un bonito lugar para un triunfo de nuestro equipo? A mí me parece magnífico. 
 

Salud y suerte!

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