Nos lo decía el bueno de Antonio Machado: “Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. La verdad es que los tiros iban en otra dirección, bien podríamos acogernos a este hilo para desarrollar el ‘affaire’ Vinicius.
Tuvo que llegar un chaval de tierras lejanas, con cuestionable descaro personal, para trasladarnos que esa otra parte de nuestra ciudadanía sigue anclada en las ‘retóricas xenófobas’ de tiempos oscuros de nuestra historia. Lo que viene aconteciendo con el jugador brasileño a lo largo de su trayectoria en España resulta inadmisible, se mire por donde se mire. La vivencia sufrida en Mestalla debe significar un punto y final. Con todos los agentes implicados mostrando la absoluta garantía, con medidas proporcionales, de que esto no se va a volver a repetir.
He visto, en profundidad, distintos vídeos donde se reflejan verdaderas ‘carnicerías verbales’ sobre el jugador madridista. Pero algunos intentan suavizar la cuestión achacando que el jugador provoca con sus gestos. ¿Qué es antes el huevo o la gallina? Me parece que esta insinuación resulta descalificante por sí sola. El pasado domingo, el encuentro ya no se debió comenzar ante los reiterados ataques homófonos que se estaban produciendo en el entorno, un autentico caldo de cultivo para lo que iba a suceder a posteriori. Pero nadie tomó medidas.
¿Dónde estaba el responsable policial de seguridad? Se dejó capear a sus anchas un sector incívico, en este caso, de la sociedad valenciana.
Ahora pretenden liberarse de las ataduras morales con tomas de decisiones, todas más bien para la galería. Llamativa la premura en la detención de puntuales actores presentes en el graderío valencianista, pero el ejemplo más flagrante es el cese de Iglesias Villanueva y cinco colegiados más, responsables todos ellos de la gestión del VAR.
Con esta medida, lo que se está haciendo es comprometer las decisiones adoptadas anteriormente, ya cuestionadas, de hecho, por el mundillo futbolístico. ¿Se tendrá a partir de ahora la certeza de que los que dirigen ‘la oficina’ lo harán de forma transparente? Ya que se entiende que hasta ahora no era así. Todo resulta confuso e improvisado, pero lo que se está dejando claro, como así se intuía, es que los que gestionan todo esto desde la cima, no tienen nivel para hacerlo, su solvencia queda muy tocada.
Como un añadido, permítanme unas declaraciones del técnico azulgrana, Xavi, donde trasladaba que los profesionales del fútbol englobaban el único sector a los que se les podía insultar sin que nadie actuase, bajo la premisa de que esto es fútbol y la vida discurre por su propio carril. Ponía como ejemplo, que cuando se sienta en cualquier banquillo como visitante, se le ponen 10 o 12 energúmenos detrás y se pasan los 90 minutos insultándolo gravemente. Es más, muchas veces, estas imágenes son potenciadas para reclamo en programas televisivos.
Expuesto todo esto, una última cuestión en defensa patria. Ya se sabe que la vida política es como es. Pero que salga el Gobierno brasileiro a dar lecciones de ética, roza ya el ‘despiporre mental’. Si se dedicase cada uno a barrer su casa, mejor nos iría a todos.
Finalizo con una alegría deportivista. Lo mejor del partido del pasado sábado fue que los jóvenes de casa pudieran presentar sus credenciales, recibiendo el beneplácito popular. Tienen calidad y orgullo.
Esperemos que sea la línea a seguir para lograr el objetivo. Estaba clarísimo que como se estaba no se iba a ninguna parte. Me alegro mucho que el presidente saliera de su letargo institucional desde la ‘urbana 8’ y se permitiese el lujo de presentar a su nuevo técnico. Estoy seguro que la afición se lo agradeció infinitamente.
Como siempre un placer.